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La Anses aportará este año entre 6000 y 6500 millones de pesos al plan de expansión de YPF. Los recursos están siendo canalizados a través de la compra de títulos de deuda de la petrolera. El comprador es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de las jubilaciones, que administra el organismo previsional, según indicaron fuentes oficiales a Página/12. “YPF es una buena inversión. Factura 85 mil millones de pesos al año, es una empresa sólida, que produce un recurso estratégico y que está dejando atrás años de desinversión”, definió Diego Bossio, titular de la Anses, en su visita al Congreso del mes pasado. El último viernes, el FGS se quedó con el 20 por ciento de la colocación de Obligaciones Negociables de YPF, unos 150 millones de pesos, a una tasa cercana al 20 por ciento anual.
Hasta el momento, la petrolera hizo tres emisiones de ON, por un total de 4250 millones de pesos. El FGS fue el principal suscriptor, con cerca de 1900 millones. Bossio explicó que la rentabilidad de estas inversiones es superior a la de los plazos fijos y defendió la estrategia oficial de financiar desde la Anses proyectos productivos y de infraestructura. En diciembre de 2009, cuando las AFJP dejaron de operar, entre todas las administradoras tenían invertido apenas el 2,2 por ciento de los aportes previsionales a esos rubros: eran 2158 millones de pesos. Después de tres años de gestión estatal, esa cifra creció hasta 32.717 millones, el 14,4 por ciento del FGS.
Un debate que surge cada vez que la Anses explica el destino de las inversiones del FGS es si ese dinero se podría utilizar para aumentar las jubilaciones, en lugar de ser destinado a títulos públicos, acciones o proyectos productivos, como el caso del financiamiento a YPF. La respuesta de las autoridades de la Anses es que no se debe confundir flujo con stock. El FGS es un fondo de reserva –stock–, cuya finalidad es garantizar que las jubilaciones no sufrirán recortes como el de 2001 frente a una crisis económica. Acumula 227.202 millones de pesos, monto que cubre algo más de un año de pago de jubilaciones. Si se lo utilizara para aumentar las prestaciones o actualizar haberes de jubilados en línea con los fallos Badaro o Eliff –flujo–, se agotaría al cabo de un tiempo relativamente corto y luego el Estado quedaría desfinanciado para seguir afrontando sus obligaciones. Ese es el argumento que presentó Bossio semanas atrás en el Congreso.
También dijo que la Anses busca que el FGS sostenga un nivel óptimo de rentabilidad financiera, que evite que el fondo se desvalorice, pero sobre todo apunta a que los recursos acumulados sirvan para potenciar el desarrollo económico. Eso redunda en un aumento del empleo y del consumo, cuya contrapartida son mayores ingresos para la Anses a través de los aportes y contribuciones y la recaudación de impuestos.
Con esa lógica, el FGS resolvió volcar este año entre 6000 y 6500 millones de pesos para apalancar inversiones de YPF. Para el Gobierno, el éxito de la petrolera es una prioridad, entre otros motivos por la necesidad de reducir la salida de dólares en importaciones energéticas. Como anticipó este diario, otra fuente de financiamiento que se definió para la empresa son las inversiones en proyectos productivos que deben hacer las empresas de seguros. Para mediados del año que viene deben colocar 7000 millones de pesos en ese rubro, y el Ejecutivo pretende que una buena porción recaiga en YPF.
La empresa informó ayer que dentro de su programa de expansión realizará “inversiones record” en Santa Cruz, primera provincia en extender las concesiones hidrocarburíferas a la compañía. Volcará 3100 millones de dólares en los próximos cinco años, duplicando el promedio de los cinco años anteriores.
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