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Economía|Jueves, 17 de enero de 2013
EL GOBIERNO PRESENTO UN PLAN PARA GENERAR PROVEEDORES LOCALES AL SISTEMA FERROVIARIO

Subir el tren a la industria nacional

Después del anuncio de la importación de vagones desde China para las líneas Sarmiento y Mitre, el Gobierno pone en marcha un programa para que empresas locales participen en la renovación de vías, equipamiento rodante y el sistema de señalización.

Por Javier Lewkowicz
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Débora Giorgi, ministra de Industria, informó a los empresarios la estrategia en materia ferroviaria.

El Gobierno presentó ayer un plan para mejorar la inserción de la industria nacional en el sistema ferroviario. La iniciativa surge luego del anuncio de la semana pasada, de la compra de 409 vagones nuevos para los ramales Sarmiento y Mitre fabricados por la empresa estatal china CSR, operación de la cual quedaron excluidas las empresas argentinas, junto a la construcción y reparación de 62 pasos a nivel. Según el nuevo plan, se formarán tres mesas sectoriales: una para vías, otra para vagones y una tercera sobre el sistema de señalización, coordinadas por el Ministerio de Industria, a cargo de Débora Giorgi, y la Secretaría de Transporte, que dirige Alejandro Ramos. Estarán conformadas por las empresas. Se trabajará sobre la estrategia que ya trazó el Gobierno: el ramal Rosario-Buenos Aires, Mar del Plata-Buenos Aires, la zona metropolitana y el transporte de cargas.

La presentación del Plan de Desarrollo Industrial de Proveedores y Sustitución de Importaciones en la Red Ferroviaria de la Argentina se dio ayer en el Ministerio de Economía. La iniciativa busca asegurar en primer lugar el abastecimiento de productos nacionales para que Transporte continúe con su plan ferroviario, para luego avanzar en la sustitución de importaciones. El Gobierno explicará ante los empresarios qué materiales requiere para la renovación del sistema y les asegurará esa demanda. Los industriales, para satisfacerla, deberán invertir y alcanzar estándares de precio y calidad. Se creó también un registro de empresas del sector. Fuentes oficiales y del sector privado admiten que se trata de un proceso lento.

La primera reunión bajo la modalidad prevista será el 30 de enero, para la mesa de “vías”. Se trabajará sobre durmientes (que hoy se importan de Francia y Alemania), anclas de vías, fijaciones, tornillos, cables conductores de acero, protecciones de riel herramental y elementos de electrificación de vías. El 13 de febrero será la de “material rodante”, que evaluará la necesidad de producir vagones de carga y coches de pasajeros y piezas para material rodante, y el 27 de febrero, la mesa de “sistema de señalamiento”. Giorgi puso a disposición de los empresarios los créditos del Bicentenario a tasa subsidiada, asistencia técnica del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y análisis de las patentes de productos a desarrollar por parte del Instituto Nacional de la Propiedad Intelectual (INPI). Participaron empresarios nucleados en Cifra (fundidores), Adimra y Camima (metalúrgicos).

La industria nacional tiene cierta capacidad acumulada en el sector ferroviario, aunque no está en condiciones de suplir una demanda tan fuerte como la anunciada la semana pasada en el curso de un año, como se espera que lo hagan los chinos. Tampoco tiene acceso al financiamiento del que sí goza la adquisición de vagones asiáticos. Además, admiten en el Gobierno, la oferta local está concentrada en reducidos grupos económicos, lo que dificulta el aprovisionamiento. Por ejemplo, los vagones de dos pisos que circulan en la línea Sarmiento fueron construidos por Emfer. Esa firma fue privatizada en los ’90 y es propiedad del Grupo Cirigliano, que estuvo a cargo de la concesión de las líneas Sarmiento y Mitre hasta que ocurrió la tragedia en la estación Once, que provocó la muerte de 51 personas. Por su parte, la filial local de la empresa francesa Alstom era la encargada de construir el famoso “tren bala”. También hay compañías que producen durmientes, partes de los elementos de fijación que se utilizan en las vías y piezas de la señalización.

La necesidad que tiene el Gobierno de actuar ante el grave problema con los trenes y la escasez de financiamiento determinó que la solución fuera importar vagones. Esa situación se podría haber suplido con un plan integral para el sector, iniciativa ausente desde 2003. Bajo la modalidad de la importación, el rol de los industriales se concentra en la reparación y los repuestos. El peso de las importaciones en el sector no es novedad, desde el equipamiento de los primeros trenes de origen inglés hasta los vagones japoneses de marca Toshiba, de los años ’50, que se estrellaron en Once. Las formaciones remodeladas del Sarmiento son también viejo equipamiento Toshiba, modernizadas con frenos suecos y electrónica brasileña.

Fuentes del sector advierten que la tecnología que requieren los vagones no es compleja. Fabricar la locomotora, en cambio, sí necesita alto grado de desarrollo tecnológico. En cuanto a los rieles, hay sólo un puñado de empresas en el mundo que tienen las máquinas necesarias para fabricarlos. Se requiere mucha escala para hacer viable su producción, al igual que en el caso de ruedas laminadas. Al cierre del acto, Giorgi aseguró que “el ferrocarril es una herramienta clave para mejorar la competitividad” y recordó que hoy en Argentina “entre el 80 y el 85 por ciento de nuestra carga se transporta en camión”. “La reactivación del sistema ferroviario es un desafío más que relevante. Para transportar una carga 350 kilómetros, el camión no es el medio de transporte adecuado”, concluyó.

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