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Economía|Jueves, 24 de enero de 2013
El aumento de la presión impositiva y tarifaria en la Ciudad de Buenos Aires

El crecimiento económico no le alcanza

Suba de tasas en Ingresos Brutos y Sellos, que acompañarán los incrementos en subtes y el ABL. Macri apunta a recaudar más, y no sólo gracias al crecimiento económico, aunque no lo admita.

Por Sebastián Premici
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Néstor Grindetti, de Hacienda. Más recursos por la suba de la actividad.

“Nosotros no fabricamos billetes, no tenemos un Banco Central y no tenemos más remedio que aumentar las tarifas”, sostuvo el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en una serie de entrevistas veraniegas en radio Mitre y La Red. Con este argumento, el dirigente del PRO intentó justificarse por el incremento en la tarifa del subte que fue primero de 127 por ciento (enero 2012) y ahora pretende incrementar en otro 40 por ciento. Sin embargo, el aumento de los impuestos es una práctica sistemática del macrismo. Si bien la Ciudad de Buenos Aires es uno de los distritos con mayores recursos propios de todo el país, los presupuestos de esta jurisdicción suelen ser deficitarios. Para cubrir dicho déficit, la gestión PRO recurre al aumento de impuestos y, en menor medida, a la toma de deuda. Entre 2007 y 2011, aumentó las alícuotas del ABL, Sellos, e Ingresos Brutos. Para 2013, la gestión PRO volverá a subir las alícuotas de Ingresos Brutos y Sellos.

Detrás de la suba de la recaudación hay otro aspecto relevante. Los ingresos también suben por el crecimiento de la actividad económica (y no sólo por una cuestión de precios) de todo el país. Así lo reconoce el macrismo en todos sus presupuestos, dato que es soslayado por el jefe de Gobierno en sus entrevistas.

Entre 2010 y 2011, la recaudación por Ingresos Brutos tuvo una suba de 40 por ciento. Y en 2012 se obtuvieron por este impuesto 20.913 millones, con un aumento de 28,9 por ciento en relación con el año anterior. La particularidad de estos recursos es que están ligados a la actividad económica de todo el país. Es decir, una compañía de Neuquén que tiene domicilio fiscal en la ciudad de Buenos Aires termina tributando en esta jurisdicción. La Ciudad recauda por lo que se produce en otras provincias, lo cual también es obviado por Mauricio Macri en sus manifestaciones públicas.

Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos del Ministerio de Hacienda de la Ciudad, la recaudación de Ingresos Brutos por rama de actividad se distribuye en la Ciudad de Buenos Aires de la siguiente manera: industria manufacturera (13 por ciento), electricidad, gas y agua (13 por ciento), construcción (4 por ciento), comercio (18 por ciento), transporte, almacenamiento y comunicaciones (12 por ciento) y servicios financieros (40 por ciento).

“La previsión de recaudación del Impuesto sobre los Ingresos Brutos para 2013 es de 25.316,2 millones de pesos. El incremento previsto se basa en el supuesto de crecimiento de los impuestos vinculados a la actividad económica del 18,0 por ciento”, explica el documento oficial del organismo dependiente de Néstor Grindetti.

Para alimentar el incremento de su recaudación, la gestión PRO también se vale de la suba de las alícuotas de los impuestos vinculados a la actividad económica. Durante su primera gestión, Macri aplicó una variación de la alícuota de Ingresos Brutos para determinadas actividades, que pasó del 3 al 4,5 por ciento. Si bien estaba pensado como algo transitorio, luego fue prorrogándose en el tiempo. A partir de este año, también habrá una suba de estas alícuotas, que escalarán en algunos casos de 3 a 3,5 por ciento, y en otros al 5 por ciento.

Otro tributo ligado con la actividad económica es Sellos. En 2007 rindió ingresos por 281,2 millones de pesos. Pero dos años después pegó un salto hasta representar 785,5 millones de pesos y en 2011 fueron 1699,6 millones. Es decir, un incremento acumulado de 504 por ciento. La base imponible se fue ampliando todos los años.

“Para 2013, se estiman recursos por 2133,1 millones de pesos, una suba de 14,1 por ciento en relación con el año anterior. El aumento previsto se basa tanto en factores macroeconómicos y la evolución propia de los mercados sujetos a este impuesto, como por modificaciones normativas que implican ajustes en las alícuotas”, puede leerse en el presupuesto de la CABA. La variación de la recaudación por “efectos de la coyuntura” se estima que será del 10 por ciento y el resto por la modificación de las alícuotas para la compra de vehículos usados. Además, se generará un nuevo hecho imponible para los vehículos cero kilómetro.

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