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Economía|Sábado, 16 de febrero de 2013
LA ACTIVIDAD SUBIO 1,1 POR CIENTO EN DICIEMBRE Y ACUMULO 1,9 POR CIENTO EL AÑO PASADO

La economía creció, pero más lento

El dato revela una fuerte desaceleración con respecto al 8,8 por ciento obtenido en 2011, que se explica fundamentalmente por el retroceso de la industria (-1,2 por ciento) y la construcción (-3,2 por ciento).

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La industria automotriz se recuperó a fines de 2012, pero igual cerró el año en baja.

La actividad económica registró en diciembre un crecimiento interanual de 1,1 por ciento y cerró el año con una suba de 1,9 por ciento, según informó ayer el Indec. El dato revela una fuerte desaceleración con respecto al 8,8 por ciento obtenido en 2011, que se explica fundamentalmente por el retroceso de la industria

(-1,2 por ciento) y la construcción (-3,2 por ciento). Una derivación positiva del flojo desempeño de la economía es la confirmación definitiva de que los inversores que atesoran el cupón PBI no recibirán el pago adicional de cerca de 3000 millones de dólares que les hubiese correspondido cobrar a fines de 2013 si la actividad crecía más de 3,26 por ciento. Esto significa que el Gobierno dispondrá este año de ese dinero para gastos de capital, seguramente para equipamiento de YPF.

El crecimiento anual de 1,9 por ciento estuvo impulsado principalmente por el consumo y por el sector financiero debido a una mayor demanda interna. El consumo de servicios públicos registró un alza interanual en el año de 7,6 por ciento. Nuevamente fue arrastrado por el sector telefónico, particularmente el segmento móvil. La principal baja se vio en el transporte de carga, que cayó 8,3 por ciento y refleja la desaceleración del crecimiento económico. La venta en supermercados, por su parte, aumentó 26,3 por ciento interanual y en shoppings un 22,5 por ciento. El sector financiero continuó mostrando importantes subas en sus ingresos y, según los balances que presentaron los bancos ante la Bolsa de Comercio, promediaron incrementos por encima del 20 por ciento interanual. La industria tuvo una caída de 1,2 por ciento interanual, a pesar de que el sector automotor reaccionó para fin de año. La industria automotriz comenzó el año afectada por la menor demanda de Brasil, el principal mercado para sus exportaciones, y en el primer semestre cerró con una caída interanual acumulada de 14,2 por ciento. En el tercer trimestre la caída se desaceleró y en la última parte del año el sector comenzó a recuperarse. De hecho, en diciembre la producción aumentó 16,3 por ciento respecto del mismo período de 2012. Sin embargo, la remontada final no alcanzó para cerrar el año en positivo y la industria automotriz terminó cayendo un 6,6 por ciento en el acumulado, aunque la comparación es contra un año en que la producción registró un record histórico. Diferente es la situación de la producción de metales básicos que también cayó el año pasado y, según los datos de diciembre, sigue sin recuperarse. El bloque lo componen el acero y el aluminio, que retrocedieron 10,5 y 0,9 por ciento.

En tanto, la construcción cayó 3,2 por ciento. La desaceleración económica, la frenada en la obra pública y el impacto sobre el sector privado que generaron las restricciones para la compra de moneda extranjera castigó al sector, que evidenció su peor comportamiento desde la crisis de 2002. La contracción en la actividad de la construcción durante 2012 fue incluso superior a la observada durante la caída de 2009, que llegó a un rojo del 2 por ciento. Ese año la crisis impactó con más fuerza sobre el país, pero las medidas contracíclicas desplegadas por el Gobierno mostraron más efectividad para contener la desaceleración. Durante los últimos doce meses no sólo pegó la baja en el nivel de actividad, sino que las restricciones para la compra de divisas para atesoramiento generaron cambios en el sector inmobiliario y desarrollador, que todavía no terminó de acomodarse.

Por último, el intercambio comercial exterior mostró un retroceso en las exportaciones del 3 por ciento interanual y un 7 por ciento menos en las importaciones. A pesar de la crisis económica internacional, la caída de las exportaciones argentinas parece haber sido consecuencia de otros motivos. Por un lado, la sequía en el campo durante 2012 afectó la cosecha. Esto se reflejó en la merma de exportaciones de las manufacturas de origen agropecuario, donde están incluidos muchos productos derivados de la soja. Mientras que sus precios crecieron 6 por ciento respecto del año anterior, la cantidad exportada disminuyó 8 por ciento, resultando una caída de 3 por ciento en el valor.

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