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Economía|Martes, 28 de mayo de 2013
Un informe privado analiza cómo impacta en el país la crisis internacional

El viento en contra todavía frena

La retracción del comercio mundial y el bajo crecimiento de los países centrales continúan operando como un ancla para la economía argentina. Pese a ello, el producto igual comenzó a expandirse lentamente con respecto a 2012.

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En 2012 el comercio mundial creció apenas 2 por ciento frente al 5,2 por ciento de 2011.

Luego de varios años de crecer a tasas chinas, Argentina se expandió apenas 1,9 por ciento en 2012 y 2,7 por ciento en el primer trimestre de este año. Los economistas del establishment afirman que la desaceleración se explica exclusivamente por errores de la política económica oficial. Sin embargo, un informe reciente de La Gran Makro, elaborado por los economistas Alejandro Robba, Agustín D’Attellis, Emiliano Colombo y Fernanda Vallejos, refuta esa interpretación con una serie de datos que muestran cómo impactan el menor crecimiento de los países centrales y la contracción del comercio mundial en el país.

En 2012 el comercio mundial creció apenas 2 por ciento frente al 5,2 por ciento de 2011 y tampoco se espera para este año una mejora significativa (3,3 por ciento según la Organización Mundial del Comercio cuando el promedio precrisis de 2008 era de 6 por ciento). Según el texto, ello se debe a que las economías desarrolladas siguen débiles, la Zona Euro experimentará recesión por segundo año consecutivo y destrucción de empleo (tasa de desocupación de 12 por ciento). Alemania parece quedarse sin combustible, ya que tuvo un crecimiento casi nulo en el primer trimestre (0,1 por ciento). Estados Unidos, por su parte, parece despegarse del estancamiento de sus pares y se elevó 2,5 por ciento en los primeros tres meses del año, con una tímida creación de empleo (7,5 por ciento de desocupación en abril), la más baja en los últimos cuatro años, pero sin llegar a los niveles precrisis.

A su vez, los países emergentes siguen traccionando el crecimiento mundial, pero más lentamente. China dejó atrás las tasas de crecimiento de dos dígitos y se elevó 7,7 por ciento en el primer trimestre del año (7,8 por ciento en 2012) e India, el otro gigante de Asia, se desacelera y sólo creció 5,2 por ciento el año pasado (contra 7,2 por ciento en 2011 y más del 9 por ciento antes de la crisis).

En Latinoamérica, Brasil prevé expandirse al 3 por ciento anual, luego de un crecimiento muy bajo en 2012 (0,9 por ciento), aunque en los primeros tres meses sólo pudo recuperarse al 1,2 por ciento. La desaceleración también golpea al país mimado por “los mercados”, Perú, que anotó 4,8 por ciento de expansión cuando se esperaba que crezca 6 por ciento en el año.

Este contexto adverso impacta en Argentina. Con un grado de apertura comercial más alta que en los ’90 (a dólares corrientes pasó del 17 por ciento en el período 1993-2001 al 36 por ciento en 2003-2012, según el informe de La Gran Makro), se expone con fuerza tanto a los efectos positivos del comercio mundial así como también a los negativos. La retracción de la demanda mundial determinó una baja de las exportaciones de 3 por ciento en 2012 y también en el primer trimestre 2013.

Pese a ello, el informe da cuenta de una serie de indicadores positivos que posibilitaron una lenta recuperación en el primer trimestre. El consumo de bienes durables viene repuntando. En efecto, de enero a abril, la compra de autos, cero kilómetro creció 6 por ciento (patentamiento) y la de usados, un 2,8 por ciento. Por su parte, la venta de maquinaria agrícola también evidenció un salto en unidades vendidas, y en el primer trimestre se incrementó un 24,2 por ciento, destacándose la venta de cosechadoras (creció 109 por ciento) y de tractores (57 por ciento) de origen nacional. Para apuntalar la demanda de bienes, se observó una fuerte suba de la financiación de préstamos personales y tarjetas de crédito (34,7 por ciento) entre enero y abril del 2013.

El sector industrial en su conjunto no ha podido superar todavía la mala performance de 2012. En el primer cuatrimestre trepó apenas 0,1 por ciento, pero el sector automotor muestra signos muy alentadores: la producción de autos mejoró 15 por ciento en el mismo período y las exportaciones, un 14,2 por ciento. No obstante, la floja performance industrial se explica porque el buen año que está experimentando la producción de autos no compensa las caídas de otros sectores como alimentos, caucho y plástico y textiles, que en 2012 sí habían expandido su producción.

La construcción recién parece estar repuntando en abril. Estimaciones privadas la ubican creciendo un 3,4 por ciento. No obstante, en los primeros tres meses del año todavía seguía con la tendencia declinante del 2012, descendiendo un 1,3 por ciento. Se espera que la instrumentación de los certificados de depósitos para la inversión inmobiliaria (Cedin) dinamice la inversión en el sector inmobiliario, por un lado, en tanto que el impacto pleno de la ejecución del programa ProCreAr –que estima un desembolso de 7500 millones de pesos durante el año en alrededor de 60.000 obras nuevas– ayudará a recobrar el impulso en el sector.

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