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Desde hoy a la cero hora comenzó un nuevo lockout agropecuario organizado por las cuatro entidades que forman parte de la Mesa de Enlace, Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA y Coninagro. El cese de comercialización abarca a todas las producciones del sector, incluidas las carnes y frutas, a excepción de los productos perecederos, como la leche. La medida finalizará a la cero hora del próximo miércoles. Es decir que sólo incluirá tres días hábiles, muy lejos del paro por una semana que habían prometido los dirigentes antes de anunciar la medida de fuerza. Durante una conferencia de prensa realizada esta semana, los dirigentes rurales solicitaron una audiencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y adelantaron que si tal encuentro no sucede, podrían profundizar sus reclamos.
“Los productores de todo el país paran para decirles a Yauhar y a la Presidenta que no soportan más esta política agropecuaria concentradora y excluyente”, sostuvo el diputado radical Ulises Forte, ex vicepresidente de la Federación Agraria. Las últimas medidas de fuerza realizadas por la Mesa de Enlace no tuvieron la concurrencia esperada por los dirigentes.
Uno de los argumentos que esgrimen los ruralistas es la pérdida de rentabilidad por parte de todo el sector. Sin embargo, dentro de su “pliego de condiciones” manifestaron como mayor interés la eliminación total de las retenciones y un incremento del aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias.
“Hay que disminuir las retenciones hasta su total eliminación y, mientras existan, segmentarlas, eliminar los ROEs e implementar un Programa Ganadero Integral con objetivos a largo plazo que permitan recuperar el stock para normalizar la explotación de carne vacuna y recuperar los mercados que perdimos sin razón”, señaló la Mesa de Enlace a través de un comunicado. Es decir, a más de cinco años de la famosa Resolución 125, el principal objetivo de los ruralistas sigue siendo la eliminación de los derechos de exportación para todos los productos.
Un tema que obviaron mencionar los ruralistas el día que anunciaron públicamente su nuevo lockout es la baja en los costos de los insumos para la campaña en curso. Un dato no menor, si se tiene en cuenta que en sus críticas suelen hacer hincapié en los altos costos, que le restarían rentabilidad.
Un trabajo realizado por la Corriente Agropecuaria Nacional y Popular (Canpo), en base a datos publicados en la revista Márgenes Agropecuarios, indica que los productores de trigo pagarán un 19 por ciento menos para adquirir glifosato, en comparación con la campaña 2012-2013, siempre medido en quintales por tonelada. El ahorro en gasoil será del 11 por ciento y en fletes, un 15 por ciento. Para el maíz, los productores desembolsarán un 12,5 por ciento menos para adquirir glifosato, un 4,6 por ciento menos para comprar el gasoil y el costo del flete se abaratará un 8,1 por ciento.
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