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Economía|Sábado, 10 de agosto de 2013
NO HUBO IMPUGNACIONES CONTRA LA FIRMA CHINA GEZHOUBA Y ELECTROINGENIERIA

Con un pie y medio en las represas

Los otros consorcios que compiten por el proyecto no presentaron objeciones formales contra el orden de mérito que estableció el Gobierno y el plazo para hacerlo terminó ayer. De Vido confirmaría la adjudicación en los próximos días.

Por Javier Lewkowicz
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La intención del Gobierno es que la obra comience a construirse antes de fin de año.

El consorcio formado por Electroingeniería, la firma china Gezhouba e Hidrocuyo quedó a un paso de ganar la licitación para construir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic. Las otras empresas que compiten en el proyecto no presentaron impugnaciones al proceso de elección de oferentes y el plazo para hacerlo terminó ayer, de ahí que el anuncio del ganador sea a esta altura una formalidad. Este lunes la comisión técnica que seleccionó a Electroingeniería-Gezhouba elevará la documentación al ministro de Planificación, Julio De Vido, quien deberá confirmar la definitiva adjudicación. La oferta final asciende a 22.948 millones de pesos, que equivalen a 4170 millones de dólares. Hubo una fuerte disputa entre otras firmas participantes, que critican el proceso de la licitación aunque no lo hicieron de manera formal.

La intención del Gobierno es que la obra comience lo antes posible, podría ser antes de fin de año. Una vez que la Unidad Técnica Mixta (UTM), conformada por funcionarios de Economía, Planificación, Cammesa y la provincia de Santa Cruz, eleve la documentación a De Vido, se adjudicará la obra y el Gobierno comenzará a estructurar la ingeniería financiera para firmar la documentación del fondeo del proyecto con los bancos chinos.

Se presentaron a la licitación cinco consorcios conformados por 21 empresas. En junio quedó afuera la propuesta liderada por Comercial del Plata Constructora (de Cristóbal López) junto a la coreana Hyundai. Luego, cuando la UTM difundió el resultado del orden de prelación, no fue incorporado el consorcio de Odebretch, Impsa y Alstom, por no haber presentado carta de financiamiento. De esa forma, llegaron a la última instancia Electroingeniería-Gezhouba, Helport (de Eduardo Eurnekian), Panedile, Isolux e Hidroeléctrica Ameghino, financiados por un banco ruso; y Austral (de Lázaro Báez), Sinohydro (de China), Iecsa y Esuco.

El Gobierno consideró que la mejor oferta fue la de Electroingeniería, una compañía cordobesa propiedad de Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta que tiene buena llegada a la Casa Rosada. El financiamiento por parte de dos bancos estatales de capital chino es por el 121 por ciento del proyecto, ya que incluye el IVA. Fue conseguido a través de Gezhouba, una de las compañías que construyó Tres Gargantas, la represa hidroeléctrica más grande del mundo. La empresa Hidrocuyo, en tanto, es una firma que tiene a su cargo la operación, mantenimiento, generación de energía y explotación comercial de la central jujeña Las Maderas-La Ciénaga.

Los consorcios que quedaron rezagados no presentaron observaciones o pedidos de impugnación a la licitación. Para hacerlo, debían tener el aval de todas las empresas miembro de la UTE, algo que, quedó en evidencia, no fue logrado. Sin embargo, manifiestan críticas a la licitación.

Uno de los ejes de esos cuestionamientos es la carta de descuento presentada por Gezhouba, que le permitió reducir su oferta un 17,4 por ciento, hasta los 18.947 millones de pesos más 5803 millones en gravámenes. Las quejas se basan en que ese descuento está atado a un cronograma de desembolsos por parte del banco chino que está en dólares, y argumentan que los demás consorcios presentaron esos documentos en pesos. En el primer caso, existiría un riesgo cambiario que corre el Estado, mientras que en el segundo esa incertidumbre corre por las empresas.

Fuentes oficiales contestaron que el descuento es una facultad que tienen los oferentes y que el esquema de pagos que piden los chinos es del mismo tipo que el solicitado por el BNDS para el caso de los bienes de capital que ingresan al país y que directamente el banco le paga a la empresa proveedora. Una vez que el banco recupera los desembolsos con los que paga a las empresas, queda conformado el capital que el Estado nacional debe devolver. En relación con la nota de descuento, indican que es una opción que se utiliza para evitar filtraciones sobre el precio final.

Se estima que la construcción sobre el río Santa Cruz demorará entre 4 y 5 años. Las represas tendrán una potencia de 1740 megavatios y generarán cinco mil gigavatios al año, el 5 por ciento de la energía eléctrica del país.

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