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El secretario de Energía, Daniel Cameron, aseguró ayer que la cancelación de cuatro entregas por barco de gas licuado (GNL) importado se debió a la “reprogramación” por una reducción en las necesidades del combustible y “sin que esto implique un costo adicional” para el país.
El funcionario señaló que “la mayor producción de fuel oil local y la demanda de electricidad menor a la prevista” fueron los factores que alteraron la proyección de necesidades de GNL importado, lo cual motivó su cancelación. La versión periodística dada por el diario La Nación señalaba que, “pese a la restricción de dólares, el Gobierno importó más gas del que necesitaba”. A lo cual Cameron respondió que “no existió ningún error de cálculo”, y que entre los factores que modificaron la planificación de compras fue que “la reparación de la refinería de YPF Ensenada, dañada por el temporal del 2 de abril, pudo realizarse en un lapso menor al previsto”.
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