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“El litigio de los fondos buitre contra Argentina es una situación inédita que el mundo entero está observando. Nos preocupa muchísimo porque puede desestimular la renegociación de deudas soberanas y tener muchas repercusiones para la arquitectura financiera global”, afirmó ayer Alicia Bárcena, directora de la Cepal. Lo dijo en la presentación del documento “Estudios Económicos para América latina y el Caribe 2014. Desafíos para la sostenibilidad del crecimiento en un nuevo contexto externo”. La entidad redujo el pronóstico de la actividad de la región para este año del 2,7 al 2,2, mientras que bajó la estimación para la Argentina del 1 al 0,2 por ciento.
“La incertidumbre financiera y cambiaria del verano de fines de 2013 e inicios de 2014 disminuyó a partir del cambio de estrategia (de la política económica) a comienzos del año, estabilizando el acervo de las reservas internacionales. Se prevé cierta recuperación de la actividad económica en el segundo semestre de 2014, sobre la base de la estabilización cambiaria y una cosecha agrícola record”, dijo la directora de la Cepal. Agregó que “el escenario de mayor estabilidad compensaría el decrecimiento de la actividad durante el primer semestre, para alcanzar un crecimiento anual del 0,2 por ciento”.
La entidad dependiente de Naciones Unidas apuntó que, más allá de las proyecciones, el nivel de expansión de la economía argentina estará definido por el desenlace de la disputa contra los fondos buitre, los que recibieron el fallo favorable del juez Thomas Griesa para cobrar en efectivo y de una sola vez 1500 millones de dólares de bonos que entraron en default durante el colapso de la convertibilidad en 2002. “La actividad del país estará supeditada a la evolución del sector externo. En particular, el revés sufrido por el país en el conflicto judicial con los denominados holdouts pone en riesgo el acceso al financiamiento externo y, de ese modo, la posibilidad de crecimiento de la economía argentina en el corto plazo”, mencionó Bárcena. Precisó que la proyección de expansión de la economía del 0,2 por ciento se realizó en julio. “Las estimaciones fueron anteriores a los hechos de la última semana (cuando los buitres no aceptaron reponer el stay temporal sobre la sentencia de Griesa), por lo que las dejaremos en puntos suspensivos”, dijo.
Además de Argentina, la Cepal estimó que América latina y el Caribe computará crecimiento del 2,2 por ciento en 2014, cuando había sido 2,5 por ciento durante el año pasado. “La debilidad de la demanda externa (exportaciones), un bajo dinamismo de la demanda interna, insuficiente inversión y un limitado espacio para la implementación de políticas que impulsen la reactividad explican este desempeño”, indicó la Cepal. Panamá encabezará la tasa de expansión, con un alza del 6,7 por ciento, mientras que la lista continúa con el aumento del 5,5 por ciento de Bolivia y del 5 por ciento de Colombia, República Dominicana, Ecuador y Nicaragua.
A su vez, en México se espera un crecimiento del 2,5 por ciento, cuando había sido del 1,1 por ciento en 2013, al tiempo que en Brasil se alcanzará una expansión del 1,4 por ciento, contra 2,5 por ciento del año pasado. El estancamiento de la economía brasileña generó un fuerte impacto para las exportaciones argentinas a través de la caída de los despachos de las terminales del complejo automotor. Un reciente acuerdo bilateral recompondría las ventas en la segunda parte del 2014.
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