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Economía|Sábado, 13 de diciembre de 2014
PANORAMA ECONOMICO

Los facilitadores

Por Alfredo Zaiat

La fuga de capitales disminuye la recaudación de impuestos, impacta negativamente en el nivel de inversión doméstica al filtrarse ahorro local hacia el exterior, y también es perturbadora de la estabilidad económica por la pérdida de dólares que podría disponer el Estado, divisas necesarias para pagar importaciones y compromisos de deuda externa. Ese giro de capitales no declarados al fisco hacia plazas financieras offshore necesita de una plataforma de servicios para la creación de estructuras jurídicas, esquemas de planificación impositiva y una arquitectura financiera para ocultar esos activos. En el mercado se conoce como “facilitadores” (enablers) a los protagonistas que ayudan a fugar capitales a empresas y a personas de fortuna. Sin su participación sería muy complicada la evasión, traslado y administración de esos fondos. La información proporcionada por el ex empleado del HSBC Hervé Falciani, sobre 4040 cuentas de argentinos en la sucursal Ginebra, de Suiza, y la propuesta de colaboración con las autoridades argentinas de la ex directora de Comunicación y Ceremonial de la Unión de Bancos Suizos (UBS) Stéphanie Gibaud, quien estimó que nueve de cada diez cuentas de argentinos en el exterior no están declaradas, revela la existencia de esa opaca red local e internacional para facilitar la fuga de capitales.

Esta semana se empezó a distribuir una oportuna investigación publicada por el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina que detalla quiénes integran y qué tipo de tareas realizan los integrantes de esa red. En Fuga de capitales. Los “facilitadores” y sus modos de acción, Magdalena Belén Rua, con la supervisión de Jorge Gaggero, destaca el papel que desempeñan las grandes firmas internacionales contables, que proporcionan a sus clientes servicios de planificación fiscal trasladando capitales al exterior, y también precisa que es fundamental la tarea de la banca privada internacional, que a través del servicio de private banking coloca y administra inversiones offshore.

Es un trabajo de investigación importante porque permite ampliar el análisis tradicional de la fuga de capitales hacia el sistema que la organiza y que actúa como soporte del secretismo financiero de fondos no declarados. Los “facilitadores” del movimiento de ese dinero son entidades de profesionales que brindan los servicios para posibilitar el drenaje de capitales hacia guaridas (paraísos) fiscales y que de no existir, en muchos casos, no podría efectivizarse la fuga. Esa plataforma preparada para la fuga y evasión está integrada por grandes firmas internacionales de auditoría y consultoría (las Big Four), otros estudios contables grandes-medianos, bancos internacionales y locales, estudios jurídicos, agentes inmobiliarios, consultoras financieras, casas de cambio y “cuevas”, departamentos contables, impositivos y jurídicos internos de empresas locales y multinacionales y especialistas independientes. Magdalena Rua explica que la existencia de “facilitadores” cumple un papel fundamental en el mercado de la industria offshore. Destaca que “la inversión y el refugio de grandes sumas de riqueza privada en el exterior son un asunto complejo que requiere habilidades especializadas en impuestos, planificación de inversión, finanzas, administración de patrimonios”.

Señala que esas organizaciones de profesionales son creadores y promotores a gran escala de un amplio espectro de productos –complementarios– para posibilitar el drenaje de capitales al exterior. La investigadora detalla la tarea que cada una de las partes cumple en este negocio:

- Las grandes firmas contables e impositivas (y los departamentos internos en esas materias de las grandes empresas) son las encargadas de diseñar, desde las casas matrices, la planificación fiscal internacional de todo el grupo económico.

- Los bancos internacionales ofrecen los canales de transferencia de los capitales y administran las inversiones de los grandes ricos globales y de las corporaciones.

- Los grandes estudios de abogados son los creadores de las estructuras jurídicas necesarias para poner en marcha los esquemas fiscales y financieros y de defenderlos ante los tribunales.

En el primer grupo se destacan las que se conocen como las Big Four: KPMG International Cooperative (KPMG), Ernst & Young (EY), Deloitte y PricewaterhouseCoopers (PwC). Otras empresas importantes del mercado de consultoría, auditoría e impuestos que operan en Argentina y reportan a redes internacionales son: Auren, Baker Tilly Argentina, BDO, Crowe Horwath, Grant Thornton Argentina, Mazars (Estudio Urien & Asoc.), RSM International (RSM Argentina), Kreston (Estudio Lisicki Litvin & Asociados). Estas firmas manejan similares técnicas que los cuatro grandes estudios aunque, en comparación, su cartera de clientes tiene un componente mayor de empresas nacionales de envergadura.

En el segundo grupo, la banca privada internacional interviene en el negocio offshore a través del sector de private banking, cuyo principal servicio es el Wealth Management (administración de fortunas), que consiste fundamentalmente en asesoramiento y estructuración de herencias, asesoría y financiamiento en compraventa de empresas y administración de carteras de inversiones, lo que incluye la apertura de cuentas bancarias de personas físicas y jurídicas en guaridas fiscales o a nombre de sociedades offshore para encubrir a los beneficiarios reales.

Además de los bancos internacionales, asesores financieros independientes participan del negocio de facilitar la fuga. Su actividad la estructuran a partir de relaciones y contactos personales, basándose principalmente en la prestación de un servicio personalizado y de confianza. Este sería el caso, según la denuncia de la AFIP, de David Raúl Goldfarb, ex titular del mayorista Diarco e integrante del grupo que se benefició con los negocios inmobiliarios y otras operaciones del fallido Banco Mayo, quien aparece junto a Miguel Gerardo Abadi como apoderados y representantes de GEMS Finance Limited, firma que tenía 1390 millones de dólares en una de las cuentas del HSBC Ginebra.

Otra categoría de “facilitadores” son los asesores financieros independientes, empresas de consultoría financiera online y family offices (asesores de fortunas familiares). Estos gestores compiten en alguna medida con los bancos internacionales aunque, al mismo tiempo, dependen de esas entidades para efectuar los depósitos y transferencias y, a su vez, complementan el clásico servicio de los bancos proporcionando otros canales de venta para sus propios productos. Magdalena Rua informa que quienes administran las cuantiosas fortunas familiares suelen ser ex banqueros de private banking con amplia experiencia profesional, que trabajan de forma independiente. Estos son los family office, que se especializan en intermediación financiera para este segmento de clientes, brindando un servicio integral personalizado. Es el caso del ex ejecutivo del JP Morgan Alfonso Prat Gay con las cuentas de Amalia Lacroze de Fortabat en el HSBC Ginebra, según la denuncia de la AFIP.

La investigación de Magdalena Rua apunta a que existe una matriz financiera internacional especialmente diseñada con la finalidad de resguardar fenomenales montos de capital por fuera de su ámbito originario y mantener en completa confidencialidad el origen y la titularidad de los fondos. Las cuentas no declaradas del HSBC y las que puede aportar la ex empleada del UBS, como también la información que Suiza empezará a entregar a la AFIP a partir del año próximo, se presentan como el comienzo de una etapa donde emergen a la superficie el papel clave que cumplen los “facilitadores” de la fuga. Conocer quiénes son simplifica la comprensión de algunos debates y tensiones que se despliegan sobre la economía argentina.

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