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Economía|Miércoles, 17 de diciembre de 2014
Los bancos tendrán que destinar a las firmas el 6,5 por ciento de su cartera de depósitos privados

Fondos para apuntalar el desarrollo de las pymes

Según estimaciones del Central, el cupo de depósitos que se volcará a este segmento en el primer semestre del año próximo sumará 37.400 millones de pesos, 13 mil millones más que en los últimos seis meses de este año.

Por Cristian Carrillo
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“Es necesaria la regulación pública”, señaló el titular del Central, Alejandro Vanoli.

El directorio del Banco Central aprobó ayer extender por otro semestre la Línea de Crédito para la Inversión Productiva (LCIP), en la que se incorporaron especificaciones más rigurosas para que el financiamiento llegue a la micro y pequeña empresa y a regiones de menor desarrollo financiero. La nueva edición de esta línea, que nació a mediados de 2012, seguirá vigente durante la primera mitad del año próximo y obliga a los bancos a colocar a este segmento el 6,5 por ciento de su cartera de depósitos privados, un punto más que en el tramo actual, a una tasa de interés del 19 por ciento anual, medio punto menos. Se incentivará a que los bancos presten a las firmas de menor tamaño dentro del segmento pyme y se habilitará parte del cupo asignado a financiación de capital de trabajo. Según estimaciones del Central, el cupo de depósitos que se volcará a este segmento representará 37.400 millones de pesos, 13 mil millones más que en los últimos seis meses de este año. Desde su lanzamiento se otorgaron más de 100.000 millones de pesos. “Si uno deja librado el tema del financiamiento a las fuerzas del mercado, gran parte de las regiones del país y muchos sectores no tendrían acceso al crédito. Por eso es necesaria la regulación pública”, señaló el presidente del Central, Alejandro Vanoli.

La sexta edición de esta línea de crédito que se creó bajo la conducción de Mercedes Marcó del Pont al frente del BCRA recoge varios de los planteos que acercaron las cámaras pymes. A mediados de este año, antes de que se renovara hasta fin del actual ejercicio, representantes de las cámaras pymes se reunieron con el entonces titular del Central, Juan Carlos Fábrega, para denunciar un fenómeno de focalización de los créditos en las medianas empresas, donde la facturación genera interés para los bancos que buscan sumar la nómina de trabajadores de la firma u ofrecerles sus productos. Según el rubro, el tope de facturación para ser considerado pyme asciende hasta 184 millones de pesos anuales. Según un relevamiento de la Confederación General Empresaria (Cgera), los préstamos de la LCIP no llegaban a las firmas más pequeñas. La respuesta que recibieron del Central fue entonces que era un problema vinculado con la clasificación de la Secretaría Pyme.

En las últimas semanas, el actual titular del Central se reunió con las cámaras pymes y resolvió una serie de modificaciones para salvar esa situación y evitar avivadas de los bancos. En este tramo de la línea, las entidades financieras alcanzadas por la norma oficial destinarán un mínimo equivalente a 6,5 por ciento de los depósitos del sector privado no financieros en pesos, calculado sobre el promedio mensual de los saldos diarios de noviembre pasado. Este año el cupo de colocación fue de 5 por ciento en el primer semestre y de 5,5 por ciento en el segundo. El plazo mínimo de los préstamos será de 36 meses. “Se incluirá además un mecanismo especial orientado a impulsar la federalización del crédito, de modo que la financiación pueda llegar con mayores incentivos a las regiones con menor desarrollo económico”, detallaron desde el organismo a través de un comunicado.

Para incentivar la colocación en zonas menos desarrolladas, los importes de las financiaciones de proyectos de inversión destinados a la adquisición de bienes de capital y servicios a imputar en el primer tramo del Cupo 2015 se calculará mediante una escala creciente en la medida en que se dirija hacia zonas con menor acceso al crédito, ubicadas esencialmente en el norte del país y en el Alto Valle de Río Negro. El mismo mecanismo regirá a los efectos de privilegiar el crédito a las empresas de menos facturación. El organismo también resolvió que los bancos puedan destinar hasta un 20 por ciento del financiamiento a capital de trabajo asociado a proyectos de inversión, dado que las empresas más pequeñas son más intensivas en materia de empleo, mientras que se incrementa el importe que puede ser aplicado al descuento de cheques de pago diferido, utilizado habitualmente por el sector. Las entidades deberán publicitar en sus sitios web las condiciones de esta línea de crédito.

Los cambios en el régimen fueron presentados por Vanoli durante un acto que se realizó en el Central con la participación de las principales organizaciones pyme. Raúl Zylbersztein, secretario general de la Cgera, celebró la iniciativa. “El crédito en la Argentina está en deuda con el sistema productivo, en especial con la industria micro y pequeña”, afirmó. Por su parte, el vicepresidente de Adimra, Juan Carlos Lascurain, sostuvo que “es muy importante este anuncio para las pymes y es alentador que podamos reafirmar la definición que tiene este Banco Central de lo que es el mercado y la necesidad de la intervención del Estado”.

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