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Economía|Miércoles, 15 de abril de 2015
Corrigió la estimación sobre el PBI argentino, con una caída de 0,3

El FMI sigue recalculando

En la apertura de su asamblea anual, el Fondo Monetario presentó sus proyecciones internacionales. Para Argentina movió su estimación de una caída de 1,5 a otra de 0,3 para 2015, gracias a las políticas de gasto público, una rara avis para el FMI.

Por Tomás Lukin
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Christine Lagarde, titular del FMI, mejoró la relación con el gobierno argentino.

El Fondo Monetario Internacional volvió a corregir sus proyecciones sobre el nivel de actividad económica de Argentina en 2015. La contracción de 1,5 por ciento estimada en octubre pasado fue reducida por los técnicos del organismo multilateral hasta una leve caída de 0,3 por ciento. El organismo explicó que la “mejora” en las perspectivas locales se explican por “un gasto público más fuerte”, “la moderación de las presiones sobre la balanza de pagos” y “un mayor consumo privado”.

La evaluación del país forma parte de la edición de abril de “Perspectivas de la economía mundial”, un tradicional informe del FMI. La revisión favorable de los datos y la escasez de cuestionamientos a la política macroeconómica nacional permite poner paños fríos en el enfrentamiento políticoideológico que mantienen el staff del organismo y las autoridades nacionales. Difundido en la antesala de su primera cumbre del año, el documento alerta sobre el pobre desempeño a escala global. Sin concentrarse en Argentina, el Fondo repite su discurso cacofónico al reclamar que los países emergentes apliquen “reformas estructurales” como “medidas para mejorar el clima empresarial” y “reformas de los mercados de trabajo”.

Las pifias en los pronósticos del organismo encabezado por Christine Lagarde y su recalcitrante rechazo a las políticas macroeconómicas aplicadas por Argentina son una costumbre que se repite en abril y octubre, la fecha de publicación del informe semestral. Sin embargo, la edición difundida ayer realizó escasos señalamientos directos sobre las herramientas utilizadas por el país y, por el contrario, destacó el rol del gasto público para impulsar la economía local en un escenario con inversiones y exportaciones en retroceso, toda una rara avis. “Las perspectivas económicas de Argentina en 2015 han mejorado desde octubre gracias a la moderación de las presiones sobre la balanza de pagos, pero aun así se prevé una ligera contracción del PIB”, expresa el Fondo al proyectar la caída de 0,3 por ciento del producto. En enero, el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, había afirmado que “Argentina continúa haciendo frente a importantes desequilibrios macroeconómicos”.

La “mejora” en las proyecciones del organismo para la Argentina son más relevantes-llamativas si se tiene en cuenta que el Fondo revisó a la baja sus estimaciones para Brasil. En octubre esperaba un crecimiento de 1,4 por ciento y celebraba las políticas de ajuste fiscal. Hoy calcula una caída del PIB de 1 punto porcentual. Con ese escenario, la revisión al alza de los datos argentinos es, por lo menos, sorpresiva: la caída del PIB no sólo será menor que la prevista seis meses atrás, sino que la mejora relativa se dará cuando el principal socio comercial y destino de las exportaciones industriales se prepara para enfrentar un duro estancamiento.

Como el FMI no cambió su visión sobre la expansión del gasto público y demás herejías impulsadas por el país, sus proyecciones y las “amigables” menciones al país vertidas en el informe sólo pueden entenderse en el marco de una ardua y extensa negociación entre las autoridades argentinas y la conducción del organismo. No se trata de habilitar la visita de los técnicos del Fondo al país para que realicen en terreno su evaluación macroeconómica contemplada en su Artículo IV y tampoco zanja los cuestionamientos del Fondo a la calidad de las estadísticas de precios.

Como parte de ese incipiente acercamiento, el organismo incorporó en su documento los datos del índice de precios nacional y urbano difundido por el Indec (IPCNu). Además, el Fondo estimó que el nivel de precios aumentará este año un 18,6 por ciento, una cifra muy similar al 15,6 previsto por Economía. “El 15 de diciembre de 2014, el Directorio Ejecutivo reconoció la implementación de las medidas especificadas que había solicitado para fines de septiembre de 2014 y los pasos iniciales que habían tomado las autoridades argentinas para remediar las deficiencias en el suministro de datos”, detalla el organismo en una nota al pie. Los directivos del FMI tienen previsto reunirse en mayo para volver a evaluar el caso argentino.

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