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Página/12 En Rusia
Desde Moscú
El ministro de Planificación, Julio De Vido, cerró ayer su visita a Rusia con una reunión con el vicepresidente del Banco para el Desarrollo y Asuntos Económicos Exteriores de Rusia, Petr Fradkov, para ultimar detalles referidos a la represa Chihuido que se construirá en Neuquén. “Se estuvo trabajando en la elaboración e intercambio de información en lo que hace al contrato de financiamiento de la obra”, aseguró el funcionario en diálogo con Página/12. El aporte será de 1656 millones de dólares, el 85 por ciento del total, que son 1948 millones, y se pagará a 20 años, con cinco de gracia, a una tasa de interés de 6,5 por ciento anual. De Vido explicó que desde la entidad financiera le hicieron una serie de requerimientos, pedido de declaraciones, constitución de garantías y cuestiones relacionadas con el proyecto, como la inspección de obra. “Requieren que la inspección de obra sea autárquica del poder administrador”, sostuvo y anticipó que ese rol de control lo llevará adelante la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Plata. “Las universidades nacionales son desde 1918 autárquicas en la Argentina y la de La Plata es muy prestigiosa”, agregó. A su vez, el titular de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), José Luis Antúnez, dio detalles sobre las conversaciones que mantuvieron con la corporación rusa Rosatom para vender de manera conjunta tecnología nuclear en Sudamérica, tal como adelantó De Vido ayer en diálogo con este diario (ver aparte).
En su último día en esta capital, De Vido salió temprano del hotel Four Seasons, donde se hospedaba, para reunirse con Fradkov. “Rusia tiene 8000 megavatios instalados en Argentina, hay muchísima historia de relaciones con ese país. Con China es más incipiente todo, pero en esta etapa de retomar relaciones a partir de 2003, está todo más avanzado porque se comenzó antes, como con las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que se construirán en la provincia de Santa Cruz”, destacó el ministro, quien sin embargo dejó en claro que las negociaciones con el gobierno de Vladimir Putin apuntan a fortalecer más la relación, en línea con la alianza estratégica sellada con el gigante asiático.
La ejecución del Proyecto Chihuido I, que en diciembre último se adjudicó a un consorcio con participación rusa es clave dentro de esa estrategia. El emprendimiento constará de una represa y una central hidroeléctrica, se erigirá sobre el río Neuquén y tendrá un plazo de ejecución de cinco años. La central generará alrededor de 637 megavatios hora una vez concluidas las obras, lo que permitirá además regular las crecidas del río y abastecer de agua a la región para consumo, riego y uso industrial. La idea de la realización de esta obra se remonta a 1960, bajo la órbita de la estatal Agua y Energía.
El consorcio adjudicatario está integrado por las empresas argentinas Helport (Grupo Eurnekian) Chediack; Panedile; Eleprint; Hidroeléctrica Ameghino, la española Isolux Ingeniería y la rusa Inter Rao, que tendrá a su cargo la financiación del proyecto. El consorcio es responsable del proyecto ejecutivo, financiación, construcción, operación, mantenimiento y explotación del aprovechamiento multipropósito Chihuido I y, al cabo de 15 años de concesión, el complejo pasará a manos de la provincia de Neuquén. De Vido negoció con Fradkov el financiamiento de 1656 millones de dólares, que equivale al 85 por ciento del total de la obra, estimado en 1948 millones, que afrontará Inter Rao, cuyos directivos estuvieron presentes en la reunión.
Otro de los pilares de la alianza estratégica es el acuerdo nuclear con Rosatom para que la corporación rusa avance con la construcción de una sexta central en Argentina. “Estuvimos trabajando estos días con el presidente de la firma, Serguei Kiriyenko y su equipo, en las condiciones del acuerdo de transferencia tecnológica, que es lo que más trabajo lleva. En China, esa discusión se extendió durante dos o tres meses. Hay voluntad, pero lleva su tiempo. Ellos van a venir el 18 a la Argentina. Cuando se termine la discusión en relación al proyecto de transferencia, es decir, la parte comercial, se discutirá la cuestión financiera”, aseguró el ministro a Página/12 el martes. A su vez, Argentina quiere ser socio de Rusia en su expansión en la región. Ese punto ha sido una de las condiciones de los contratos y la visita de De Vido también sirvió para avanzar con esa negociación.
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