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El Fondo Monetario Internacional modificó al alza su proyección de crecimiento para la Argentina durante 2015, de una caída de 0,3 a un alza de 0,1 por ciento, detalló el director del Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner. De todas maneras, prevé que “la actividad económica se mantenga estancada en 2015 y 2016”. América latina y el Caribe crecería 0,5 por ciento este año y 1,7 el próximo, aunque el Fondo tuvo que revisar ambas estimaciones hacia abajo. La situación no es sencilla para ninguna economía en la región: el año pasado fue el peor del último lustro para casi todos, lejos quedaron las “tasas chinas”.
El FMI difundió ayer su informe de “Perspectivas de la economía mundial”. Proyecta un crecimiento de la economía mundial de 3,3 por ciento en 2015 y de 3,8 en 2016. A diferencia de los primeros años de la crisis internacional, el escenario actual muestra que los países industrializados han mejorado un poco su desempeño económico con respecto a los periféricos. “En las economías de mercados emergentes, la desaceleración ininterrumpida del crecimiento refleja varios factores, como la caída de los precios de las materias primas y el empeoramiento de las condiciones financieras externas, los cuellos de botella estructurales, el reequilibramiento de China y las tensiones relacionadas con factores geopolíticos”, indicó el organismo internacional.
Las estimaciones para Argentina se modificaron de una baja de 0,3 por ciento calculada en abril a un alza de 0,1 por ciento. Para 2016 calculó un 0 por ciento. El funcionario del Fondo Alejandro Werner advirtió igualmente que “es una economía que está creciendo a una tasa muy lenta, donde el sector industrial ha estado parado de manera importante. La inversión privada también la hemos visto con un comportamiento muy débil” y calificó de “delicada” la situación de la balanza de pagos.
El organismo vinculó la mejora en la estimación para la economía argentina con el crecimiento del gasto público. En efecto, en los últimos meses se percibe un dinamismo algo mayor en la economía nacional. La actividad de la construcción, por ejemplo, crece en el acumulado del año un 6 por ciento, al tiempo que la industria recortó su caída anual al 0,3 por ciento, el mejor resultado del último año. De todas maneras, la situación general sigue siendo de estancamiento económico con estabilidad de los salarios y del empleo.
La situación argentina no desentona demasiado con respecto al resto de América latina y el Caribe, que crecerá según el Fondo 0,5 por ciento este año (una baja de 0,4 punto porcentual frente a la estimación anterior). Todos los países de América del Sur tuvieron en 2014 su peor año en términos de crecimiento económico del último lustro salvo Colombia, que registró el más flojo período de los últimos cuatro años. En el caso de Brasil, primer socio comercial argentino, este año caería 1,5 por ciento, calculó el FMI, una baja de 0,4 punto porcentual en relación a la estimación de abril. La situación del país vecino impacta negativamente en las exportaciones nacionales.
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