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“Si hay ajuste pasará lo que ocurre en otros países. Si hay ajuste, como hicieron en su gobierno (en relación con Federico Sturzenegger, ex funcionario de la Alianza) siguiendo las recetas del neoliberalismo, el costo lo pagarán todos los argentinos. El presupuesto es una herramienta política contracíclica.” Con estas palabras, el secretario de Política Económica, Emmanuel Alvarez Agis, defendió el proyecto de ley del Presupuesto 2016 enviado por el Poder Ejecutivo. En su intervención ante la comisión presidida por Roberto Feletti, el funcionario destacó los altos niveles de cobertura previsional, el desendeudamiento, el crecimiento de la industria y los niveles de empleo alcanzados en los 12 años de gobiernos kirchneristas. En la primera parte de su exposición, previo a responder preguntas, Agis centró su discurso en marcar un contrapunto entre el kirchnerismo y las herencias del menemismo y la Alianza. “Hoy existen siete millones de niños y niñas cubiertos por asignaciones familiares cuando en 1999 el número era de 2,1 millones y en 2001, de 2,6 millones. En los últimos doce años se construyeron 1921 escuelas y más de 900 están en construcción. El gobierno de la Alianza no construyó ninguna mientras que Menem, en 10 años de gestión, sólo construyó 7”, enfatizó el viceministro de Economía.
Las pretensiones de la oposición eran enmarcar el debate parlamentario en los supuestos condicionamientos que presentaría el kirchnerismo para el próximo gobierno. Los distintos bloques especularon con la quita de recursos como el impuesto al cheque o el recorte de atribuciones al Poder Ejecutivo, vía Emergencia Económica. Ayer por la tarde ingresaron al Congreso tanto la prórroga de la Emergencia hasta 2017, como la renovación por dos años del Impuesto a los Créditos y Débitos. La primera le otorga facultades al Ejecutivo para manejar la política tarifaria y los contratos con las empresas de servicios públicos. Y la segunda le aportará al fisco 120.182 millones de pesos, según los cálculos realizados, un alza de 24,2 por ciento en relación al presente año.
Sin los argumentos sobre el ajuste y el condicionamiento político, el PRO se centró en la emisión monetaria, la inflación y la cuestión financiera. “La emisión genera inflación. Espero que usted no diga lo contrario, como (Axel) Kicillof. Se están gastando la plata del Banco Central, y la plata de los jubilados. Ustedes aumentan el gasto con financiamiento espurio”, manifestó Luciano Andrés Laspina (PRO). “Es verdad, emitimos más, pero la inflación baja. Lo dice un diputado de su bloque (Federico Pinedo) que reconoció una baja. Estará mal calculada, como dicen, pero baja. Ningún Banco Central del mundo es tan obtuso como para seguir al monetarismo. Lo que usted dice atrasa 70 años”, retrucó Agis.
La mención a la inflación le sirvió de pie al secretario de Política Económica para cuestionar la supuesta inflación difundida por los diputados de la oposición. “El mal llamado IPC-Congreso es mayor al promedio real que se obtiene a partir de la inflación que mide cada consultora por su cuenta. Es una truchada. Acaban de reformular la matemática”, espetó el funcionario.
Como parte del proyecto del Presupuesto 2016, el Ministerio de Economía prevé continuar con las colocaciones en el mercado local para “captar parte de los excedentes de liquidez de los que gozan los inversores institucionales como los Bancos, Compañías de Seguro y Fondos Comunes de Inversión, entre otros”. En este sentido, Sturzenegger le cuestionó al Viceministro que el gobierno “emite deuda al 30 por ciento”. Tanto Agis, como Pablo López, secretario de Finanzas, le recordaron al macrista que las emisiones de títulos son a tasa variable y que “siempre se ubicaron cerca del 25,0 por ciento”. “Es un nivel similar al endeudamiento de Macri. En realidad un paco más barato, ya que nosotros no le pagamos comisiones a ningún intermediario”, explicó Agis.
Después de varios años, el diputado Claudio Lozano reconoció la política de desendeudamiento. “Claro que baja la deuda. Si se paga, baja”, lanzó el legislador de Unidad Popular. “Ahora, algunos planteamos si era legítimo pagar. Algunos creemos que no”, agregó.
Los radicales se retiraron de la sala donde se llevó a cabo la reunión de Comisión sin formular preguntas a los funcionarios. Tampoco hubo presencias del Frente Renovador al momento de las interpelaciones, ni del Frente de Izquierda. Por su parte, el secretario de Finanzas argumentó que la estrategia impulsada entre 2003 y 2014 estuvo basada en la “regulación de pasivos luego del enorme default de 2001, en avanzar en el desendeudamiento y utilizar las fuentes de la economía interna”. “La gran mayoría del financiamiento hoy se usa para fines estratégicos, como educación, salud y transporte”, concluyó López.
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