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La Cámara de Diputados aprobó en la madrugada de ayer la prórroga de la Ley de Emergencia Económica, el impuesto al cheque y el tributo al precio final de los cigarrillos. Fue por 132 votos afirmativos, del Frente para la Victoria y aliados, contra 65 negativos. En total, 59 legisladores no estuvieron para la votación. La sanción de estas leyes, que complementaron el debate del Presupuesto 2016, ocurrió a la una y media. La sesión se prolongó hasta las 4 con las otras iniciativas parlamentarios incluidas, como la ley de Actores y Deportes. La prórroga de la Emergencia le permitirá al próximo gobierno contar con una serie de instrumentos –facultades delegadas– para manejar la relación con las empresas privatizadas, modificar las tarifas de los servicios públicos y dictar normas vinculadas con el sistema financiero, salud y bienestar social.
El por ahora massista Héctor Daer acompañó la iniciativa del Poder Ejecutivo, y se abstuvo en la votación del Presupuesto. El resto del Frente Renovador no concurrió al recinto. Las prórrogas fueron rechazadas por la UCR, PRO, el socialismo y la izquierda.
La oposición intentó frenar la media sanción de la ley de Deportes. Por eso forzaron a que cada proyecto del paquete económico fuera analizado por separado para extender la sesión lo más posible. Dentro de ese cometido, su objetivo era vaciar el recinto del quórum para que no se votara la Emergencia. Sin embargo, el FpV sostuvo los 129 legisladores para mantener el quórum. Entonces, la oposición buscó otro argumento: que la Emergencia tuviera que ser votada con mayoría de dos tercios. Sin embargo, todas las prórrogas anteriores se hicieron por mayoría simple. Ante esa situación, muchos opositores abandonaron el recinto antes de votar, ya que descontaban el triunfo del oficialismo.
“La posibilidad de reasignar partidas, sobre todo de inversión de capital, frente a la desaceleración de una obra priorizando otra, es una facultad esencial en un mundo en crisis. Este es el aspecto central”, sostuvo Roberto Feletti (FpV), titular de la Comisión de Presupuesto.
Antes de que el proyecto del Presupuesto 2016 fuera enviado al Congreso, la oposición sostenía que el Poder Ejecutivo buscaba condicionar al próximo Presidente. Y para lograrlo, especulaba con que no habría prórroga de la Emergencia ni del impuesto al cheque. Ocurrió todo lo contrario.
“Hace catorce años que el gobierno cuenta con esta herramienta. Incluso, por esta misma ley que se intenta prorrogar, se faculta al Poder Ejecutivo para establecer relaciones cambiarias entre el peso, las monedas extranjeras y dictar regulaciones cambiarias. Recuerdo que se trata de una facultad del Congreso ¿Hasta cuándo vamos a seguir delegando estas facultades al Poder Ejecutivo?”, se preguntó el radical Luis Mario Pastori.
La discusión por la prórroga del impuesto al cheque, en tanto, pasó por el reclamo de una mayor coparticipación del mismo. Si bien la norma que lo rige establece que el 70 por ciento de lo recaudado va para la Nación y el 30 por ciento restante a las provincias, existe una detracción del 15 por ciento para financiar a la Anses, mecanismo ideado en pleno auge de las AFJP. La oposición reclama quitarle esos recursos al organismo y distribuirlo entre las distintas jurisdicciones. Según el proyecto de Presupuesto que tuvo media sanción, en 2016 se recaudarán 120.000 millones de pesos en concepto del Impuesto a los créditos y débitos.
Todo el paquete económico será debatido en el Senado una vez que pasen las elecciones presidenciales del próximo 25 de octubre.
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