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Economía|Martes, 17 de noviembre de 2015
Cumbre de jefes de Estado en Turquía

La crisis como marco

La declaración final del Grupo de los 20 refleja la preocupación por el desempeño de la economía mundial y los problemas estructurales. Reuniones bilaterales de Kicillof.

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“Estamos comprometidos con garantizar que el crecimiento sea inclusivo y rico en empleos.”

La declaración final de la décima cumbre de jefes de Estado de los países del G-20 lamenta el pobre desempeño de la economía internacional. A diferencia de otros foros internacionales donde se impone una visión netamente neoliberal, el diagnóstico del grupo apunta hacia la “insuficiencia de demanda global” y “problemas estructurales”. Desde esa perspectiva, sostiene que la recuperación requiere políticas fiscales expansivas y avanzar en forma sustentable en el desendeudamiento de los países. “Estamos comprometidos con garantizar que el crecimiento sea inclusivo, rico en empleo, y que beneficie a todos los segmentos de nuestras sociedades”, dice el texto divulgado ayer. La inclusión de una referencia a los cambios en los contratos de los bonos de la deuda soberana que faciliten las reestructuraciones y de aquellos países en problemas fue celebrada por la delegación argentina (ver aparte).

Situada en la costa mediterránea del sudoeste de Turquía, donde abundan hoteles tipo resorts, la ciudad de Antalya fue blindada para el evento que recibió a los líderes de los países del G-20. Las medidas de seguridad extremas en la zona que albergó la cumbre no fueron una respuesta a los atentados del viernes en París. Los ataques suicidas en la capital turca de finales de octubre, las tensiones en el sur del país ante el reactivado conflicto interno con los kurdos del PKK y la guerra en Siria, con la que comparte más de 800 kilómetros de frontera terrestre, suman elementos para comprender el despliegue de 30 mil policías y guardias de seguridad.

Desde el gobierno argentino destacaron que los líderes del G-20 mantuvieron el compromiso para impulsar el PIB global en 2 por ciento para 2018. De acuerdo a la perspectiva consensuada en el comunicado, los países se comprometieron a “implementar políticas fiscales flexibles que tengan en cuenta las condiciones económicas de corto plazo a fin de apoyar el crecimiento y la creación de empleo”.

“Los mercados financieros continúan presentando riesgos e incertidumbres y los desafíos geopolíticos se están convirtiendo cada vez más en una preocupación global”, reza el comunicado. La potencia exhibida por el grupo de países hace siete años a la hora de legitimar políticas expansivas para enfrentar la crisis internacional quedó relegada y desdibujada por el creciente alcance del ajuste fiscal en algunas economías. El eje del debate planteado por Turquía –el lema fueron “las tres I: inclusión, implementación e inversión”– colisiona con el discurso económico ortodoxo que gobierna la mayoría de los espacios del foro. En el actual escenario económico donde la crisis fue reemplazada por estancamiento, el comunicado final no representa una guía de acción ineludible para los miembros del foro. Sin embargo, en el gobierno argentino celebraron la centralidad lograda por el empleo y la distribución del ingreso en el comunicado final.

“El aumento de la desigualdad en muchos países puede plantear riesgos para la cohesión social y el bienestar de nuestros ciudadanos, también puede tener un impacto económico negativo y obstaculizar nuestro objetivo de aumentar el crecimiento”, sostiene el texto . La presidenta Cristina Fernández de Kirchner suspendió su participación en la cumbre. En su lugar, viajaron el canciller Héctor Timerman, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el titular del Palacio de Hacienda, Axel Kicillof. Los funcionarios argentinos fueron guiados a lo largo de la cumbre por la sherpa y embajadora argentina en Washington, Cecilia Nahón. Quien tampoco se hizo presente en el encuentro que tuvo lugar durante el fin de semana fue el presidente francés, François Hollande. Lo reemplazó el ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius. Durante la jornada de ayer, Kicillof mantuvo encuentros bilaterales con sus pares de Francia, Michel Sapin, y Rusia, Anton Siluanov. El legislador electo del Frente para la Victoria relató que en la reunión con Sapin le transmitió la solidaridad del pueblo argentino por el atentado perpetrado el viernes en París y agradeció el apoyo explicitado por el país galo “en todos los foros en nuestra lucha contra los fondos buitre”.

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