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Economía|Martes, 29 de diciembre de 2015
El ENRE informó que a las 22 horas hubo casi 100 mil hogares sin luz en el área metropolitana

Con calor y a la luz de las velas

Los cortes se multiplicaron en numerosos barrios de Capital y Gran Buenos Aires. Edesur volvió a concentrar los mayores problemas. Aranguren pidió moderar el consumo y sostuvo que la situación podría resolverse recién para el verano de 2018.

Por Fernando Krakowiak
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Los inconvenientes se concentraron, una vez más, en la red de distribución.

Los cortes de luz se incrementaron ayer en varias localidades de Capital y Gran Buenos Aires durante una jornada de calor agobiante. Según cifras oficiales, a las 22 horas llegó a haber 99.271 hogares sin energía eléctrica. Los mayores inconvenientes se registraron en Flores, Caballito, Retiro, San Nicolás, Lugano, Colegiales y en los distritos bonaerenses de Quilmes, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Ezeiza, Matanza, Malvinas Argentinas y Moreno. El ministro de Energía, Juan José Aranguren, aseguró que “la capacidad de generación puede aguantar, no así la distribución, que está vinculada con la demanda continua y con temperaturas mínimas que no bajan de 23 grados”. El funcionario responsabilizó al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por la situación, pidió moderar el consumo y sostuvo que las recurrentes interrupciones en el servicio recién podrían resolverse para el verano de 2018.

Aranguren remarcó ayer que la generación eléctrica está al borde de sus posibilidades debido a la creciente demanda. Por la mañana, el ministro había pronosticado que el consumo treparía a 24.600 Mw cerca de las 15 horas. “Va a poner al sistema muy justo en cuanto a la capacidad de generación”, anticipó. Finalmente, el pico informado por Cammesa, la administradora estatal del mercado eléctrico, fue de 23.727 Mw a las 14.50 horas. Por lo tanto, ni siquiera alcanzó el record de potencia de 24.034 Mw registrado el 20 de enero de 2014. De este modo, los problemas se concentraron, una vez más, en la red de distribución, el eslabón más débil del mercado eléctrico, debido a las escasas inversiones que realizaron las distribuidoras en los últimos años.

Ese escenario explica por qué los cortes programados no son necesarios, más allá de los que se realizan por tareas de mantenimiento. La generación está en condiciones de aportar unos 25.000 Mw, y si bien en los próximos días está previsto que salga de servicio la central nuclear Embalse, que aporta unos 700 Mw, se lo compensará con importación de energía de Uruguay y Brasil, algo común en este tipo de coyuntura. Si el problema no está en la generación, al menos por lo que se observa hasta ahora, no tiene sentido implementar cortes rotativos. Esa estrategia se utilizó a fines de los 80 cuando efectivamente la generación había colapsado y la energía no alcanzaba para abastecer a todos los hogares al mismo tiempo. Ahora, en cambio, los cortes en muchos casos se producen porque los transformadores de las distintas subestaciones no dan abasto y se terminan quemando.

Desde que se congelaron las tarifas eléctricas en 2002, las distribuidoras Edesur y Edenor se dedicaron fundamentalmente a realizar tareas de mantenimiento, postergando la gran mayoría de las inversiones destinadas a ampliar y mejorar la red. Esa situación quedó en evidencia de manera notable con la sucesión de cortes que se produjeron durante la ola de calor de diciembre de 2013. En ese momento, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner tomó nota de la gravedad de la situación y desplegó un plan de obras que se financió fundamentalmente con dinero público, pero los problemas continuaron porque es muy difícil resolver en dos años lo que las empresas no hicieron durante más de una década.

De hecho, el propio Aranguren reconoció ayer que la solución definitiva se lograría recién para el verano de 2018, aun con el incentivo que supondrá para las empresas el aumento de tarifas. “Con inversiones en el sector, el verano próximo todavía vamos a tener una situación que no es la esperada, la deseada, pero vamos a estar mejor que hoy, y en el segundo verano (2018) vamos a estar en una situación en la que podremos hacer frente al requerimiento de una calidad de servicio como la población espera”, remarcó.

Para sobrellevar la actual coyuntura de la mejor manera, el ministro volvió a pedirle a los usuarios que moderen el consumo eléctrico. Pidió poner los termostatos de los equipos de aire acondicionado en 24 grados y mantener todas las puertas y las ventanas cerradas para lograr la máxima eficiencia. “Si no estamos en una habitación por más de 30 minutos, ese equipo tiene que estar apagado”, recomendó.

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