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Economía|Jueves, 11 de diciembre de 2003
LAVAGNA TIENE EN CARPETA UNA BATERIA DE MEDIDAS PARA LA INDUSTRIA

Para que el motor no se detenga

El ministro se entrevistó con un grupo de empresarios y les adelantó algunos lineamientos del Plan Industrial 2004. Devolución del IVA, más flexibilizaciones para abaratar el crédito e incentivos a sectores conformarán parte del menú. Lavagna se quejó de las tabacaleras.

Por Claudio Zlotnik
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Roberto Lavagna confesó que está en contra de la prórroga de la doble indeminización.
Los empresarios ingresaron a la reunión con Roberto Lavagna autoproclamándose como “los perdedores, junto a los trabajadores, de la fiesta menemista”. El ministro asintió. Pero durante las dos horas siguientes analizaron la manera de revertir ese proceso. Trazaron los lineamientos de lo que sería el Plan Industrial 2004, una de las apuestas del Gobierno para afianzar la marcha de la economía y generar puestos de trabajo. En el menú figura desde nuevas flexibilizaciones a las normas del Banco Central para impulsar el crédito a las pymes hasta la confección de leyes específicas. También se puso sobre la mesa un tema sobre el que se menciona poco pero que interfiere en las políticas de Estado: el lobby de los grandes grupos.
Durante el encuentro en el Palacio de Hacienda, Lavagna fue preciso: denunció la existencia de presiones de las tabacaleras para impedir que el Congreso vote el aumento impositivo sobre los cigarrillos. Les reclamó colaboración a los empresarios pyme que lo visitaban. La cuestión quedó expuesta cuando los dueños de las compañías le pidieron al ministro la eliminación del impuesto al cheque. Lavagna contestó que esa era su intención, ratificó que el gravamen es distorsivo y que quería reemplazarlo con un incremento impositivo a los cigarrillos, que le permitiera recaudar 1100 millones de pesos anuales. Ahí reveló las fuertes presiones de las tabacaleras. La iniciativa ya fue girada por Economía al Congreso.
La sinceridad de Lavagna dejó mudos a los representantes de nueve cámaras industriales y a Carlos Heller, de Abappra. En lo estrictamente formal, los empresarios se acercaron a Economía para presentarle al ministro la flamente Coordinadora Interempresarial Argentina (Coinar), integrada por pequeñas y medianas compañías de distintos sectores (indumentaria, óptica, transporte, juguetes, gráficos, entre otros) y por los bancos públicos y cooperativos. Durante la reunión, cada sector planteó sus demandas. Las distintas respuestas de Lavagna echaron luz sobre las ideas que el ministro piensa poner en práctica para el sector industrial durante el próximo año. De movida, el ministro señaló que habrá mesas de trabajo mixtas (funcionarios-empresarios) que pulirán las distintas ideas y proyectos.
- Créditos. Lavagna aseguró que trabaja, junto al Banco Central, en nuevas flexibilizaciones a las normas que regulan el mercado crediticio. Según los empresarios, la mayoría de las pymes no califican en los bancos. El ministro les confirmó que las entidades poseen liquidez en exceso para prestar, e incluso a tasas más baratas de las actuales.
- Sector automotor. El ministro designó al subsecretario Pyme, Federico Poli, al frente de una mesa de discusión para revisar las condiciones que rigen ese mercado. Hubo un dato que alertó al jefe de Hacienda: de los 800 mil trabajadores que dependían, directa e indirectamente, de las fábricas autopartistas, ahora queda apenas la cuarta parte. El 90 por ciento de las autopartes se trae desde el extranjero. Lavagna habría coincidido con la visión de los empresarios sobre el fracaso del modelo automotor impuesto a principios de los años ‘90. “Varias terminales se instalaron en la Argentina a cambio de una protección desmedida de su negocio. Pero esos subsidios no redundaron en beneficios a la sociedad. Resultaron fuertes ganancias para unas pocas multinacionales. Necesitamos reconstruir el mercado argentino de autopartes”, sentenció, en diálogo con Página/12, Manfredo Arheit, de Adimra, la cámara que agrupa a los metalúrgicos.
- Transportes de carga. Habrá un proyecto de ley para que los camiones de carga puedan utilizar gas natural comprimido, de manera de abaratar los costos. Los empresarios reclamaron un artículo que asegure la estabilidad del precio del combustible.
- Software. En este caso, el proyecto de ley será para que este sector sea tratado como una industria, permitiéndole gozar de beneficios específicos, por ejemplo, en las exportaciones.
- Retenciones. Lavagna dijo que “habrá mejoras en la estructura de retenciones” de diversos productos regionales. Es decir, rebajas en las alícuotas. En la lista figuran: tabaco, miel, frutas secas, algodón y arroz.
- Devolución del IVA. Se acelerará en los casos de importaciones de bienes de capital. Son operaciones que dan cuenta de inversiones empresarias. En la actualidad, la devolución del IVA tarda hasta 18 meses.
- Textiles. Lavagna se comprometió a “corregir asimetrías” que se dan en el Mercosur y que posibilitan importantes ingresos de esos productos al mercado argentino. Aldo Karagozian, titular de Pro-Tejer, la cámara que agrupa a la industria, advirtió que la “invasión” de productos brasileños podría provocar “suspensión de personal o adelantamiento de vacaciones”. El rubro textil fue uno de los más dinámicos tras la devaluación.
El tipo de cambio no estuvo ausente del cónclave. Si bien se abstuvo de precisar la evolución que mostrará el dólar, el ministro tomó nota cuando el grupo de empresarios le pidió mantener estable la cotización. “La volatilidad genera incertidumbre, hay que evitar los movimientos bruscos”, solicitaron.

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