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Economía|Sábado, 9 de abril de 2016
REPRESENTANTES DEL MERCOSUR NEGOCIAN UN ACUERDO DE LIBRE COMERCIO

Coqueteos con la Unión Europea

Las partes acordaron realizar para la segunda semana de mayo un intercambio de ofertas de acceso a mercados para bienes, servicios y compras gubernamentales, como paso fundamental para la concreción del convenio.

Por Javier Lewkowicz
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El acuerdo comercial contempla una amplia remoción de tarifas y aranceles al comercio exterior.

Los representantes del Mercosur y de la Unión Europea (UE) acordaron ayer realizar para la segunda semana de mayo un intercambio de ofertas de acceso a mercados para bienes, servicios y compras gubernamentales, como paso fundamental para la concreción del mega acuerdo de liberalización comercial entre los bloques económicos. Las negociaciones estuvieron a cargo de la comisaria de Comercio de la UE, Cecilia Malmstrom, y el presidente pro témpore del Mercosur, el uruguayo Rodolfo Nin Novoa, quienes se reunieron en Bruselas, sede de la UE, y resaltaron la renovada “voluntad política de ambas partes de comenzar un proceso sustantivo y serio de negociación”. La referencia tiene que ver con el cambio de gobierno en Argentina, ya que el macrismo se manifestó abiertamente a favor del acuerdo. Especialistas advierten que un acuerdo de esas características supone grandes riesgos para la industria local.

El antecedente inmediato al anuncio de ambos bloques económicos tuvo lugar a principios de marzo, con la visita a la Argentina de Federica Mogherini, jefa de la diplomacia de la UE, quien se reunió con el presidente, Mauricio Macri. Acordaron reiniciar las negociaciones entre los bloques lo antes posible. Se trata de una iniciativa que a nivel político permitiría profundizar el acercamiento de Macri a los Estados Unidos y Europa. El secretario de Comercio, Miguel Braun, dijo en un encuentro en Washington que espera que la Argentina encare reformas sostenibles y celebre acuerdos de libre comercio no sólo con la UE sino también con Estados Unidos, Canadá, México y la Alianza del Pacífico. Se trata de la “vuelta al mundo” según el Gobierno. Los europeos recibieron el mensaje y pretenden avanzar rápidamente, luego de la demora que les supuso el kirchnerismo, reacio en avanzar en la negociación del acuerdo.

Nin Novoa dejó en claro la centralidad de Macri para marcar el nuevo ritmo de las negociaciones. “Mercosur ha visto un cambio significativo luego del cambio del gobierno de Argentina. La victoria de Macri ha favorecido las negociaciones comerciales con la Unión Europea”, dijo el funcionario uruguayo ayer luego de la reunión a un diario alemán.

La UE informó que se acordó el cronograma de trabajo para lo que resta de 2016 y que espera “una pronta conclusión exitosa de las negociaciones”. “Se trata de un paso decisivo y trascendental en el proceso de acuerdo entre ambos bloques, luego de años de estancamiento”, dijeron ambos bloques. Malmstrom resaltó el grado de compromiso y que el intercambio de ofertas que se avecina permitirá continuar las conversaciones tendientes a un acuerdo “ambicioso y amplio”. Por su parte, la Canciller, Susana Malcorra, anunció que habrá en la primera semana de junio una primera reunión en Montevideo luego del intercambio de ofertas. Malcorra avanza a su ritmo en la negociación del acuerdo, bien por delante de los equipos del Ministerio de Producción.

Un acuerdo comercial como el que negocian el Mercosur y la UE contempla una amplia remoción de tarifas y aranceles al comercio exterior y la fijación de estrictas pautas para las compras públicas, limitando el poder del Estado para desviarlas en favor de la producción nacional. “Muchos países, como reflejo de sus necesidades inmediatas, ceden y corren detrás de la posibilidad de colocar algunos de sus productos o servicios en los mercados de las economías centrales. A cambio, resignan la producción local de manufacturas y cierran toda posibilidad de protagonizar el desarrollo de actividades basadas en el conocimiento. En otros casos, esta conducta no obedece a la necesidad sino a la opción por el dogma liberal. En ambos casos, los acuerdos de comercio e inversiones terminan operando como modernos `caballos de Troya` a las puertas de los países en desarrollo: bajo el ropaje de un benévolo presente se invita a convalidar las asimetrías existentes y dejar de lado todo intento por construir otro futuro”, explica Fernando Peirano, economista y profesor en la Universidad Nacional de Quilmes y en la Universidad de Buenos Aires. Un ejemplo que menciona es la televisión digital terrestre, en donde Brasil y Argentina resistieron las presiones y no adoptaron ni la norma estadounidense ni europea, una política que hubiera sido difícil de seguir bajo el acuerdo inter-bloque.

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