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Economía|Martes, 14 de septiembre de 2004

Los tironeos entre áreas llegaron al Presupuesto

El ministro de Economía presentará mañana en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2005. Ya hay definición en cuanto a las pautas macro, pero todavía hay pujas por la asignación de partidas para cada área.

Por Claudio Zlotnik
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Carlos Mosse, secretario de Hacienda. Afinando el lápiz.
El clima de tensión dentro del Gobierno, que quedó en evidencia con la renuncia de Roberto Lavagna a la unidad renegociadora de los contratos de las privatizadas, se hizo extensivo a otra área sensible de la administración: la elaboración del Presupuesto 2005. Los tironeos tienen como eje a los fondos que manejará el ministro de Economía, aunque la puja incluye a las partidas para financiar distintas obras públicas. Néstor Kirchner laudará en las próximas horas: el proyecto de Presupuesto ingresará mañana a la tarde al Congreso. En lo que sí hay acuerdo es en la pauta de superávit fiscal para el año que viene: la obligación para el Estado nacional será un ahorro del 3 por ciento del PIB.
A menos de 24 horas de que la iniciativa llegue a Diputados, la puja en el Gobierno es con el capítulo del Presupuesto que lleva por título “Obligaciones a cargo del Tesoro nacional”. Se trata de fondos que dispone Economía para atender desde emergencias climáticas hasta asistencias financieras a las provincias y subsidios a empresas públicas o a concesiones de servicios públicos, como los ferrocarriles. El monto que está en juego es importante: para este año, por ejemplo, se pautaron nada menos que 4481 millones de pesos.
Desde el Palacio de Hacienda no sólo defendían la actuación del ministro. En diálogo con este diario, colaboradores de Lavagna criticaron el programa y la forma de financiar distintas obras públicas cuya responsabilidad recae en Julio De Vido.
Tomando distancia de los conflictos generados puertas adentro, Lavagna hizo declaraciones para reafirmar que el superávit primario propuesto para el próximo año será de 3 puntos del Producto Bruto. De esta manera puso límites a la aspiración del Fondo Monetario de que ese porcentaje sea superior, de manera de mejorar los pagos a los acreedores externos.
Si bien el ministro no dio ningún detalle sobre las peleas internas, soltó una frase sugestiva durante la entrevista radial. Mencionó que recibió pedidos para que se incrementen partidas, ante lo que sugirió: “Hay que ser más cuidadosos para no tirar todo el esfuerzo por la borda”.
Sobre las exigencias del FMI, el ministro no dio a conocer el porcentaje de ahorro fiscal que se les pedirá a las provincias. Este año fue del 0,6 por ciento del PIB, pero algunas versiones elevaban ese compromiso al 1 por ciento para 2005.
Si fuese así, el ahorro total se elevaría a 4 puntos del PIB (3 por parte de la Nación y un punto las provincias), por encima al 3 por ciento de este año. Significaría un ahorro adicional de 4500/5000 millones de pesos. Sin dudas, una obligación pocas veces vista en la Argentina: durante la década del 90, el superávit primario (antes del pago de los servicios de la deuda) promedió el 0,5 por ciento anual.
El compromiso será, incluso, casi tan importante como el que tomó Brasil ante el Fondo. El vecino tiene una pauta de ahorro del 4,25 por ciento del Producto pero, a diferencia de la Argentina, ese porcentaje incluye los recursos destinados a la seguridad social.
Otro dato confirmado ayer por Lavagna fue el crecimiento esperado para el próximo año. La tasa será del 4 por ciento, una perspectiva más modesta que la de las consultoras de la city. “Hay que ser muy cuidadosos. Si uno hace estimaciones equivocadas afuera del Gobierno no pasa nada, pero si las hace dentro del Gobierno asume compromisos”, sostuvo el ministro en declaraciones radiales.
Lavagna ya hizo un culto de su postura conservadora. Para el año en curso también predijo una expansión del 4 por ciento, que finalmente será superada. Pero también es cierto que, más allá de cualquier especulación, la estrategia del ministro pasa por mostrarse cauto e intentar así bajar la intensidad de la presión del FMI y de los grupos de acreedores por sacar una tajada mayor del crecimiento de la economía.En contraposición, el jefe de Economía se mostró a favor de mejorarles los haberes a los jubilados y a los empleados públicos si la economía vuelve a crecer más de lo previsto y se generan recursos adicionales.
A propósito, adelantó que el proyecto reforzará las partidas de distintas áreas, como las que se destinan a las economías regionales, la educación y la ciencia. El propio Lavagna será quien presente la iniciativa, mañana, ante los legisladores.

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