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Economía|Sábado, 16 de abril de 2005

Pese a la oposición del FMI, Economía juega fuerte para sostener el dólar

Entre el Banco Central y el Nación compraron ayer 90 millones de dólares en el mercado para evitar una declinación de su cotización. Frente a los temores inflacionarios, la inyección de pesos en el mercado es considerada por el FMI casi una herejía.

Por Claudio Zlotnik
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El dólar subió a 2,92 pesos, pero tendrá que soportar una fuerte oferta en las próximas semanas.
La política cambiaria de la última semana podría ponerles los pelos de punta a los técnicos del Fondo Monetario que hoy darán inicio a su reunión de primavera. Por citar sólo el caso de ayer, entre el Banco Central y el Nación compraron 90,5 millones de dólares, de los cuales 37,5 millones estuvieron a cargo de la autoridad monetaria con emisión de dinero. Una movida que desde la ortodoxa mirada de Washington luce endemoniada si se tiene en cuenta el actual contexto inflacionario. La fuerte intervención dejó sus frutos: el dólar subió un escalón más, y en las casas de cambio cerró a 2,89 pesos para la compra y 2,92 para la venta. Además del tema del canje, el tipo de cambio formará parte del otro round con el FMI este fin de semana.
Entre hoy y mañana, los funcionarios argentinos tendrán la oportunidad de escuchar en vivo y en directo la posición del Fondo Monetario. La presión consistirá en que el Banco Central ponga toda su atención en la marcha de la inflación y deje de lado los objetivos de política cambiaria. Es decir, que deje de intervenir en el mercado y permita que el tipo de cambio varíe libremente. La intención de Washington es clara, aunque no por eso novedosa: pretende una fuerte revaluación del peso con el objetivo de que la Argentina pueda comprar más dólares para pagarles a los acreedores. Un dólar caro va en contra de esas expectativas. El argumento es que la ecuación dólar alto con inflación baja no puede mantenerse demasiado tiempo.
La compra más importante de la semana ocurrió anteayer, cuando los bancos oficiales embolsaron nada menos que 105 millones de dólares. La estrategia oficial luce clara: no dejarán que el billete verde caiga por debajo de los 2,90 pesos.
La presión a la revaluación del peso está directamente relacionada con un hecho estacional: la liquidación de la cosecha gruesa por parte de los exportadores. Se estima que el excedente cambiario del trimestre abril-junio ascenderá a 3000 millones de dólares, lo que refleja el esfuerzo que tendrá que hacer el Gobierno si quiere mantener el tipo de cambio en los actuales niveles.
La lluvia de dólares de las próximas semanas pondrá en juego la articulación entre Economía y el Central. El Nación tiene capacidad para seguir interviniendo con los fondos del superávit fiscal. Después, los dólares adquiridos sirven para cumplir con los organismos tal como sucedió ayer, cuando se giraron 212,3 millones de dólares. El problema radica en que ese excedente tiene un límite. Según un trabajo del equipo de economistas del Banco Río-Santander, el banco oficial podría comprar un máximo de 28 millones de dólares diarios en este trimestre de fuertes liquidaciones de los exportadores. Quedó claro que, en las últimas jornadas, el Nación superó largamente ese tope.
El otro protagonista, el Banco Central, mostró un comportamiento muy activo en diciembre, cuando llegó a absorber 100 millones de dólares diarios, actitud que modificó durante los tres primeros meses del año, al mantenerse casi al margen del mercado. Martín Redrado utilizó ese período para esterilizar lo que había emitido en diciembre.
Es por ese motivo que ahora la cuestión será conocer cuál será la actitud de la autoridad monetaria. ¿Volverá a contraer el volumen de pesos que circulan por la economía? Es muy posible: el propio Redrado aseguró hace algunas semanas que disminuiría la base monetaria hasta el nivel mínimo de la pauta, lo que implicaría una absorción de unos 1600 millones de pesos.
El jefe del Central dio también otras señales a la city, como llevar adelante sucesivas alzas de las tasas de interés en los títulos de deuda que emite el BCRA (Lebac). Desde el manual de la ortodoxia, esa es su estrategia para poner en línea a la inflación. Con estos antecedentes, la probabilidad de que Redrado aspire del mercado los pesos que está emitiendo ahora luce como muy alta. En la primera quincena del mes, el Central compró 227 millones de dólares. En las próximas semanas quedará claro quién gana la pulseada por el mercado cambiario.

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