Economía|Viernes, 22 de abril de 2005

Por David Cufré

“Nuestro objetivo es retrotraer los precios de los productos de consumo masivo a los niveles del año pasado”, definió la subsecretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja. Lo dijo en referencia a una de las medidas que instrumentará el Gobierno para combatir la inflación: la conformación de una canasta social. Tal como adelantó Página/12, el plan consiste en ofrecer una serie de alimentos esenciales a precios rebajados. La funcionaria está a cargo de las negociaciones con supermercadistas, almaceneros e industriales para pactar los descuentos. “Como siempre, los que tuvieron la mejor actitud y dieron rápidamente una respuesta positiva fueron los pequeños comerciantes”, comentó Vaca Narvaja, quien confía en completar el armado de la canasta la próxima semana.
“Si bien en abril los precios se mantienen estables, queremos mejorar el acceso de los sectores que menos ganan”, agregó Vaca Narvaja. La canasta estará integrada por los productos no perecederos de la Canasta Básica de Alimentos que elabora el Indec para establecer la línea de indigencia. Ellos son: fideos, arroz, harinas, aceites, galletitas, dulces, té, azúcar y legumbres. Todos ellos se venderán a precios preferenciales en supermercados y almacenes, que pegarán una oblea en el frente de sus locales para identificar su adhesión a la campaña. La subsecretaria de Defensa del Consumidor comentó que los acuerdos con mayoristas, almaceneros y las principales cadenas de autoservicios están listos.
Las dos cámaras de supermercados darán su respuesta entre hoy y el lunes. También elevará en ese plazo su propuesta definitiva la Copal, que reúne a los grandes fabricantes de alimentos. El presidente de la entidad y también titular de la Unión Industrial Argentina, Alberto Alvarez Gaiani, recalcó que este mes los precios no registraron variaciones significativas. El dirigente fabril intentó limitar el compromiso de las empresas a no aumentar los bienes que formarán parte de la canasta, pero el Gobierno respondió que el objetivo es llevarlos a los valores del año pasado. La negociación se cerraría en los próximos días.
De acuerdo con el plan del Gobierno, cada uno de los participantes en la cadena de los bienes seleccionados debería resignar una porción de sus ganancias para que el precio final al consumidor refleje una baja significativa. No habrá ninguna clase de subsidio estatal para compensarlos por los descuentos.
De todos modos, los fabricantes de alimentos le pidieron a Vaca Narvaja que intermedie ante los municipios del conurbano bonaerense para que bajen algunas de sus tasas impositivas. En particular, reclamaron contra las tasas de abasto y los tributos de contribución y publicidad. Según ellos, eso encarece sus mercaderías. La funcionaria se comprometió a plantearles el tema a los intendentes.
La iniciativa pretende convertirse en un ancla para la inflación. La prioridad es abaratar los productos de la canasta alimentaria para no seguir ensanchando la franja de indigentes. Esa canasta subió de 327,60 pesos en marzo de 2004 a 354,40 el mes pasado. La mayor parte del salto se dio desde diciembre último, cuando estaba en 334,80 para una familia tipo. El primer intento del Gobierno fue pactar rebajas en cinco cortes de carne, pollos y lácteos, pero los acuerdos se cumplieron sólo parcialmente. Vaca Narvaja tomó nota de esa experiencia y decidió lanzar la canasta cuando tenga la certeza de que los convenios serán respetados.
Un atractivo especial de la canasta social es que habrá rebajas no sólo en segundas marcas, sino también en primeras. Eso garantiza una mayor penetración de la campaña, lo cual ayudará a que los empresarios cumplan los acuerdos porque habrá un extendido control social.
La canasta social del Gobierno será para la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Esa es el área que Defensa del Consumidor estima que podrá tener bajo su control. Pero el organismo supone que la iniciativa de la Nación será imitada por los gobernadores. Cada provincia, entonces,terminaría cerrando sus propios convenios. De hecho, la experiencia ya arrancó en el interior del país. Tucumán comenzó con la canasta social el mes pasado. Incluye 30 productos y se ofrece por un valor global de 33 pesos. La intendencia de Santa Rosa, La Pampa, implementó otro esquema con descuentos en ocho productos alimenticios.

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