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Economía|Martes, 24 de mayo de 2005
EL JUEZ DE NY THOMAS GRIESA LIBERO LOS BONOS EN DEFAULT

Ahora la vía del canje está libre

“Se ordena que el embargo sea revocado y anulado”, escribió el juez Griesa al levantar la medida contra la Argentina. En los próximos días se instrumentará el cambio de títulos y el primer pago a los acreedores.

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Guillermo Nielsen, secretario de Finanzas, recibió con satisfacción el fallo del juez Griesa.
Con dos meses de retraso, el Gobierno ya está en condiciones de cerrar el canje de la deuda. El juez neoyorquino Thomas Griesa levantó ayer el embargo sobre 7000 millones de dólares en papeles de la deuda en default, medida que habilitó a Roberto Lavagna a cumplir con los bonistas. En Economía estiman que la operación podrá concretarse entre lunes y martes de la semana que viene. Ahora, la atención de los funcionarios está puesta en asegurar los pagos a los acreedores: no se descartan nuevos intentos de los fondos buitre para capturar esos giros.
“Se ordena que el embargo sea revocado y anulado.” Con esa frase, Griesa levantó la medida contra la Argentina. La decisión permitirá que el Gobierno entregue nuevos bonos por el equivalente a 62.318 millones de dólares. El prospecto del canje le da un máximo de siete días hábiles para llevar a cabo la operación. Pero en el Palacio de Hacienda calculaban anoche que podrán entregar los títulos en un plazo inferior, a comienzos de la próxima semana y no antes, porque mañana es feriado.
La liquidación debía realizarse el pasado 1º de abril, pero la ofensiva de los fondos buitre, que reclaman cobrarse los viejos papeles a valor nominal, sin ninguna quita, retrasó la operatoria.
Ante el reclamo de los fondos especulativos –NML Capital, del Grupo Elliot, y EM Limited, de Kenneth Dart– fue el propio Griesa quien interpuso un embargo sobre 7000 millones de dólares sobre títulos de la deuda, a pesar de que los inversores acreditaban papeles por unos 1060 millones entre ambos. El juez neoyorquino dejó luego sin efecto la medida, pero esta decisión fue apelada por los fondos buitre. La Corte de Apelaciones de Nueva York falló a favor de la Argentina hace diez días, pero recién ayer Griesa levantó la orden de “no innovar” sobre el embargo. Ese fue el último paso para sacar al canje del freezer.
El Gobierno no sólo deberá repartir los nuevos títulos de la deuda –Discount, Par y Cuasi Par–, sino que, además, pondrá en las cuentas bancarias de los bonistas alrededor de 700 millones de dólares en efectivo. Son los intereses acumulados desde el 31 de diciembre de 2003. Roberto Lavagna puso esa fecha como emisión de los nuevos títulos, justamente para hacer más atractiva la oferta a los acreedores. Por otra parte, la Tesorería tendrá que abonar unos 200 millones de dólares en concepto de comisiones a los bancos organizadores de la megaoperación.
En la city creen que, con el lanzamiento de los bonos, el mercado argentino volverá a ser una verdadera alternativa de inversión financiera. En Economía, algunos funcionarios advierten que podría darse un “mini boom” especulativo y preparan medidas para enfrentarlo. Página/12 adelantó el último viernes que el ministro de Economía endurecerá, en forma inminente, los controles al ingreso de capitales golondrina. El temor es que una entrada masiva de fondos especulativos, de corto plazo, instale una burbuja financiera que termine perjudicando a la economía.
El otro tema bajo análisis de los funcionarios refiere a la ingeniería que se pondrá en práctica para efectivizar el pago de 700 millones de dólares y entregar los nuevos papeles, sin que sean pasibles de una medida judicial, a pedido de fondos buitre. De hecho, en el despacho de Griesa existen distintos reclamos para cobrar bonos defolteados. Los buitres se especializan en la compra de bonos en default, a bajo precio, para luego negociar su cobro al valor facial de los títulos. El FMI viene presionando para que el Gobierno dé solución a los holdouts, los bonistas que reúnen papeles por 20.000 millones de dólares y que rechazaron el canje.
Una fuente del Palacio de Hacienda comentó a este diario que ya se tomaron todas las previsiones para llevar adelante sin problemas la transacción. En Economía, incluso, resaltan el hecho de que en los últimos meses se giraron al exterior, sin contratiempos, los pagos correspondientes a distintos vencimientos de Boden.
En el caso de los nuevos títulos, está previsto que el Bank of New York, agente coordinador del canje, sea el encargado de concretar el pago a los bonistas a través de las distintas cajas de compensación internacionales. El Gobierno cree que este mecanismo es seguro para evitar complicaciones. Guillermo Nielsen, secretario de Finanzas, aseguró en repetidas oportunidades que la Argentina no tiene activos embargables en el exterior, por lo cual el poder de fuego de los fondos buitre sería bien limitado.
No bien se acrediten, los bonos Par y Discount tendrán oferta pública simultánea en las bolsas de Buenos Aires, Nueva York, Londres, Francfort y Tokio. El Cuasi Par, en poder de las AFJP y de compañías de seguro, recién saldrá a la oferta dentro de un año. De esa manera se buscó preservar el valor de las cuotapartes de los afiliados a la jubilación privada.

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