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Economía|Sábado, 23 de julio de 2005
SUBEN RETENCIONES A LOS LACTEOS
PARA FRENAR AUMENTOS DE PRECIOS

El tambo se quedó en el corralito

El Gobierno aumentó las retenciones a la leche y el queso.Busca desalentar las exportaciones para que no suban los precios internos. Las empresas igual decidieron el alza.

Por David Cufré
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En los próximos días, los consumidores notarán aumentos en los precios de los productos lácteos.
Preocupado por la inflación, el Gobierno avanzó contra uno de los sectores que amenazan con subir sus precios. Ayer anunció un aumento de las retenciones a las exportaciones de leche del 5 al 15 por ciento, y un alza de las de quesos del 5 al 10. La medida busca achicar los márgenes de ganancia de los envíos al exterior para reorientar el negocio hacia el mercado interno. Sin embargo, la acción no alcanzaría para neutralizar los ajustes: las empresas líderes del mercado están retocando sus listas con incrementos del 3 al 5 por ciento. Los consumidores no tardarán en apreciarlo en las góndolas. Exportadores, tamberos, industriales y hasta funcionarios de Santa Fe, una de las provincias lecheras, repudiaron la iniciativa del Poder Ejecutivo.
La próxima semana podría haber medidas similares con los productores avícolas y los frigoríficos, si no terminan de definir propuestas para bajar sus precios. El plazo para los primeros vence el próximo martes, advirtieron fuentes oficiales.
El aumento de las retenciones a los lácteos regirá por 180 días, aunque será revisable a los 90. Roberto Lavagna hizo saber que hay una alternativa para acortar los tiempos. A través de su vocero, Armando Torres, señaló que bajará la medida en cuanto los empresarios lácteos accedan a no subir sus precios. Es un último intento negociador, después del fracaso de las conversaciones sostenidas hasta ahora.
En marzo pasado, en la anterior escalada inflacionaria, el Ministerio de Economía gestionó de urgencia acuerdos de precios con los productores de rubros sensibles, como carnes, pollos y lácteos. El convenio con este último sector establecía bajas marginales de la leche fluida, el yogur base y el queso cuartirolo. Aunque no fuera un gran alivio para los consumidores, al menos lograba parar la carrera alcista y ayudaba a controlar las expectativas inflacionarias. El arreglo tenía fecha de vencimiento el 22 de agosto próximo, pero hace veinte días el Centro de la Industria Lechera le comunicó a la Secretaría de Agricultura que no estaba en condiciones de seguir respetando lo pactado.
El argumento de los industriales es que sufrieron una disparada de costos que ya no pueden absorber, por lo que necesitan trasladar esas subas a los consumidores. La leche que entregan los tamberos pasó de 48 centavos el litro en marzo a 54 en la actualidad, con picos de 60 en períodos de escasez estacional. También hubo un aumento salarial del 40 por ciento e incrementos de otros insumos como la energía y los envases –en especial los tetrabrik–, enumeran los empresarios.
El Gobierno hace otra lectura. Evalúa que el salto en el valor de la materia prima se debe a la presión exportadora. Como el precio internacional de la leche en polvo –el producto exportable– está en niveles elevados, las industrias destinan porciones crecientes de su capacidad de producción a ese negocio. No les importa pagar un poco más la leche al tambero, porque lo recuperan con creces cuando venden en dólares al exterior. Dreyfus y La Sibila se dedican exclusivamente a exportar, mientras que SanCor y La Serenísima participan en menor medida.
Hasta el aumento de las retenciones dispuesto ayer, los especialistas del sector estimaban que las exportaciones alcanzarían este año los 600 millones de dólares, contra 500 millones de 2004. Los envíos se llevarían el 25 por ciento del total de la producción local. El Gobierno considera que la suba de las retenciones achicará las ventas al exterior, por lo que las industrias ya no estarán dispuestas a pagarle al tambero 54 centavos el litro de leche y presionarán para que baje. En consecuencia, no deberían subir los precios a los consumidores.
La estrategia no daría los resultados previstos, según indicaron a este diario desde las empresas líderes. Como se mencionó al comienzo, en esas empresas están ajustando los precios de sus productos entre 3 y 5 por ciento. El Ministerio de Economía señaló que la recaudación de las retenciones, que rondaría 50 millones de dólares este año, será volcada para compensar a los tamberos. En la resolución difundida ayer, se especifica que los fondos serán redistribuidos entre esos productores. Todavía no está definido el mecanismo, pero consistiría en la coparticipación de los recursos con las provincias lecheras para que lo redireccionen a los empresarios.
Nada de eso alcanzó para neutralizar la indignación de todos los participantes de la cadena láctea. El titular de la Unión General de Tamberos (UGT), Guillermo Draletti, consideró que la suba de las retenciones no generará una reducción en el precio del producto en el mercado interno, pero sí “una baja en la pelea por la materia prima y en los valores que cobran los tamberos”, porque disminuirá el interés de los exportadores.

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