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La producción industrial de febrero creció 3,1 por ciento con relación al mes anterior y 8,6 por ciento en términos interanuales, impulsada por la fuerte recuperación de las automotrices. La contundencia de las cifras despejaron los interrogantes sobre una posible desaceleración que habían surgido en enero a raíz de las “paradas técnicas” de algunas empresas. En el primer bimestre del año pasado el sector había crecido 6,2 por ciento con relación al año anterior y ahora fue más allá al acumular un 6,7 por ciento. Los economistas consultados por Página/12 coincidieron en afirmar que el crecimiento seguirá firme.
De los 12 rubros medidos por el Estimador Mensual Industrial del Indec, 11 mostraron subas interanuales. El mayor despegue lo protagonizó la fabricación de automóviles, que creció 122 por ciento, seguido por la producción de tabaco (23,8), minerales no metálicos (15,3), caucho y plástico (7,2) y textiles (6,3 por ciento).
El fuerte crecimiento de la producción automotriz se explica por la recuperación que viene experimentando esa industria, que había quedado rezagada luego de la devaluación, pero también porque en febrero del año pasado se realizaron las habituales “paradas técnicas” en vacaciones, que usualmente se disponen en enero. Ese mes el uso de la capacidad instalada había sido de 21,8 por ciento, la más baja de 2005. El crecimiento del sector también fue espectacular con relación al mes pasado (151,5), pues este año el mantenimiento se volvió a realizar en el período habitual. Eso se notó al observar la utilización de la capacidad instalada que creció de 18 a 46,8 por ciento.
El ex presidente del Banco Central Javier González Fraga señaló a Página/12 que “la industria no sorprende, porque todos los indicadores muestran que se sigue creciendo al ritmo del último semestre del año pasado”. Para este economista, si el sector se estuviera estancando, en febrero “habría caído un 10 por ciento con relación al mes anterior, porque el mes tiene tres días menos. Sin embargo, aumentó 3,9 por ciento”. Luego afirmó que en 2006 “todo insinúa que terminará creciendo 8,5 por ciento”.
La utilización de la capacidad instalada en los distintos bloques sectoriales no aparece como un obstáculo para que el ritmo de crecimiento se mantenga en el corto plazo, porque en febrero el nivel general de ocupación llegó al 70,6 por ciento. En el mismo mes de 2004 había sido de 67,1 y un año después de 69,2 por ciento, lo que evidencia que el crecimiento ha sido acompañado por un fuerte aumento de la inversión, que crece por encima del producto. Los únicos sectores que hoy superan el 80 por ciento son refinación del petróleo (94,5) e industrias metálicas básicas (96,5), pero ninguno de los dos forma parte del pelotón que impulsa el crecimiento en la actualidad.
Para el economista Pablo Rojo, ex titular del Banco Hipotecario, “el crecimiento de la industria es lógico”, pero advierte que “la generación de energía crece por debajo del resto de la economía, lo que podría ponernos frente a una situación difícil en el futuro”. Según señala, “la inversión está creciendo, pero lo hace mucho más en construcción, especialmente en viviendas para los sectores de altos ingresos, que en equipamiento industrial, energético y gas”. Martín Hourest, economista de la CTA, coincide al afirmar que “la construcción y los servicios son los principales dinamizadores” y afirma que “seguirán impulsando el crecimiento en los próximos meses”.
Los datos de la industria contrastan con las expectativas de los empresarios encuestados por el Indec. El 71,3 por ciento anticipa un ritmo estable en la demanda interna para marzo. El 90,7 por ciento no prevé incorporar personal y el 70,8 afirma que la cantidad de horas trabajadas se mantendrán sin grandes variaciones.
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