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Economía|Lunes, 19 de junio de 2006
PROYECTO DEL DUHALDISTA Y LAVAGNISTA SARGHINI

La tentación de los ATN

El ex secretario de Comercio de Lavagna Jorge Sarghini planteará que los Aportes del Tesoro Nacional vayan directamente a las provincias sin pasar por el Ministerio del Interior.

Por Cledis Candelaresi
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Jorge Sarghini, una embestida del duhaldismo contra atributos del Poder Ejecutivo.

El diputado duhaldista y uno de los principales promotores de la candidatura presidencial de Roberto Lavagna, Jorge Sar- ghini, alista un proyecto para darles destino a los fondos acumulados hasta ahora en concepto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y para acotar en el futuro las atribuciones del Poder Ejecutivo sobre esos recursos con destino a las provincias, cuyo manejo es potestad del Ministerio del Interior. La embestida parlamentaria tiene el doble propósito de auxiliar las alicaídas finanzas de algunas gobernaciones y, fundamentalmente, acotar la libertad que tiene la administración de Néstor Kirchner para utilizar una eficaz herramienta de presión sobre gobernadores e intendentes.

Cuando el otrora titular de la cartera política, Carlos Corach, detrajo de los ATN 3,5 millones de pesos (por entonces dólares) para el reequipamiento de la comparsa litoraleña “Papelito”, muchos lo consideraron casi un exabrupto. Sin embargo, la decisión del funcionario menemista es apenas una anécdota que ilustra la absoluta discrecionalidad de que dispone el Poder Ejecutivo para la asignación de esos fondos que, según la ley, deben utilizarse para paliar “desequilibrios” provinciales o costear “programas específicos”. Por usos y costumbres, sin embargo, sistemáticamente se han derivado a intendentes y gobernadores sin otro límite que la voluntad coyuntural del poder central.

Según los cálculos que maneja Sarghini, a fines de diciembre pasado la Nación acumulaba más de 3000 millones de pesos de ATN no distribuidos, masa a la que se le agregarían este año otros 1200 millones adicionales, algo más de la mitad detraídos del Impuesto a las Ganancias. Si la propuesta duhaldista en cierne prosperase, se instrumentarían dos cambios simultáneos. Uno: los fondos acumulados serían asignados según la voluntad parlamentaria y no de acuerdo al ánimo de Aníbal Fernández. Dos: la mayor parte de la recaudación futura de los Aportes iría directamente a las cajas provinciales, sin pasar por el filtro de Interior.

A juzgar por el cuadro que describe aquel legislador justicialista, los criterios para prorratear aquel dinero diferirían de los que se aplicaron en gestiones anteriores. En virtud de un acta acuerdo firmada en 1992, La Rioja disponía de un giro mensual de 7 millones de los ATN sin que mediara ninguna razón de emergencia u otra de las exigidas por la ley que promulgó Raúl Alfonsín para beneficiarse con ese aporte. Kirchner sería más renuente a esas dádivas y, a ojos duhaldistas, estaría sentado sobre esos fondos, atesorándolos para fines aún no precisados.

No se trata de interpretar la cuestión sólo como un embate de los hombres fieles a Eduardo Duhalde contra el kirchnerismo con el afán de recortarle poder. Al margen de las preferencias internas o partidarias, hay varias provincias que están en una situación fiscal comprometida y ven en la propuesta sar- ghinista un recurso para paliar su ahogo, Buenos Aires, entre ellas. A pesar del ímpetu recaudador del subsecretario de Ingresos Públicos, Santiago Montoya, el estado administrado por Felipe Solá sufre algunas estrecheces financieras, que se agudizan con cada recomposición a los estatales bonaerenses.

Esa necesidad de recursos –de la que varios gobernadores ya dieron cuenta a Felisa Miceli– alimenta la inquina que genera en las provincias el hecho de que algunos tributos de importante recaudación no se coparticipan. Que los millonarios ingresos por las retenciones a las exportaciones y el denominado “impuesto al cheque” nutra en exclusiva las arcas nacionales es considerado por muchos mandatarios del interior como un injusto desvío que hay que subsanar.

En este marco, la recolección de firmas que inició el ex secretario de Hacienda lavagnista para conseguir apoyo a su iniciativa en varios bloques tiene chances de ser fructífera. La idea es entonces poder formalizar la presentación del proyecto en los próximos días, una virtual osadía si se atiende que en los últimos tiempos el Parlamento se mueve casiexclusivamente por las iniciativas que provienen del Poder Ejecutivo y rara vez por las propias.

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