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Economía|Viernes, 28 de junio de 2002
EL GOBIERNO BUSCA UN GUIÑO: EL ANUNCIO DE UNA MISION NEGOCIADORA

Con el Fondo, Lavagna avanza paso a paso

“Estamos en plena etapa de negociación”, señalan fuentes oficiales para disimular la falta de resultados de las gestiones en Washington. Hoy podría quedar echada la suerte: el Gobierno confía en que, tras la reunión de Directorio, el FMI anuncie el envío de una misión negociadora.

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Roberto Lavagna vivió una jornada agotadora en reuniones: visitó a O’Neill, vio a Koehler, almorzó con Singh y cenó con Anne Krueger.
El directorio del Fondo Monetario Internacional se reunirá hoy para resolver cómo continúa la relación con el gobierno argentino. Ayer, después de una sucesión agotadora de reuniones con las máximas autoridades del organismo, Roberto Lavagna no consiguió que se anunciara el envío de una misión a Buenos Aires, pero confía en que eso ocurrirá esta mañana. “Estamos en plena etapa de negociación y hemos hecho avances”, resumió uno de los integrantes de la delegación oficial, quien confesó sentirse “un poco más optimista” después del panorama oscuro que les esperaba en Washington. Antes del viaje de Lavagna a esa ciudad, el director gerente del Fondo, Horst Koehler, se declaró “decepcionado” con la Argentina por su demora en implementar una reforma del sistema bancario. En un gesto de respaldo, el jefe de Gobierno español, José María Aznar, afirmó que “el gobierno argentino cumplió sustancialmente las condiciones que le había impuesto el FMI y ahora corresponde que esto concluya con un paquete financiero”.
El ministro de Economía y el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, empezaron la ronda de reuniones con un almuerzo con el director del Departamento para Asuntos Especiales, Anoop Singh; su segundo, John Thornton, y una vieja conocida de la Argentina, Teresa Ter Minassian. La discusión estuvo centrada en tres puntos: la pauta de emisión del programa monetario, el uso de las reservas del Banco Central y la reforma bancaria. Los funcionarios argentinos tuvieron que justificar por qué se proyecta una emisión neta de 4500 millones de pesos, cuando las estimaciones del Fondo son muy superiores.
Todo el programa monetario genera dudas al FMI, y especialmente discrepa con que el Central siga gastando reservas para intervenir en el mercado cambiario y para asistir con redescuentos a bancos con problemas financieros. Lavagna insistió en que hacia fin de año el tesoro del Banco Central conservará 9000 millones de dólares, un monto razonable para defender la moneda. La reunión de hoy del directorio del organismo será definitoria. El encuentro comenzará a las 10 de la mañana (hora argentina) y se espera que pasado el mediodía haya un comunicado expresando la posición del organismo.
Otro tema que fue importante en las discusiones de ayer estuvo relacionado con lo que había dicho Koehler: la reestructuración del sistema financiero. Página/12 pudo saber que Singh insistió en el reclamo de la entrega compulsiva de títulos públicos a los ahorristas con depósitos reprogramados, así como un bono compensador a los bancos por la pesificación –por unos 16 mil millones de pesos– y otro título por la eliminación del CER para créditos hipotecarios, prendarios y personales –por unos 1300 millones de pesos–. Hasta ahora, Lavagna se negaba a hablar de una compensación por este último tema, pero ayer recibió una sugerencia explícita para que tome la medida.
El Fondo sostiene que la clarificación de las cuentas con las entidades bancarias es esencial para la reforma del sistema. Así lo escuchó Lavagna del propio Koehler, quien finalmente lo recibió, luego de que anteayer se había anunciado que no habría una entrevista entre ambos altos funcionarios. El encuentro se hizo por la tarde, con la presencia de la número dos del Fondo, Anne Krueger. Tras ello, Koehler dejó el salón e ingresó otra vez Singh. Por último, Krueger y Lavagna cenaron juntos.
Lo mejor que consiguió ayer el Gobierno fue la fuerte declaración de apoyo de Aznar, luego de la participación del mandatario en la cumbre del Grupo de los Ocho países más poderosos, en su condición de presidente interino de la Unión Europea. “El gobierno argentino asumió su responsabilidad y ha hecho esfuerzos muy notables”, afirmó, y reclamó que “ahora el FMI debe demostrar sus compromisos con Argentina y abrir las negociaciones”. Más aun, afirmó que “corresponde que esto concluya con un paquete financiero”.
Sin embargo, Lavagna les aclaró al titular del Departamento del Tesoro, Paul O’Neill, y a su segundo, John Taylor, con quienes estuvo reunido durante una hora, que Argentina no quiere plata fresca, sino apenas un corrimiento de los vencimientos con los organismos de crédito este año y el próximo. Si eso no es posible, lo mínimo que busca el Gobierno es que se posterguen los vencimientos a medida que se vayan produciendo.

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