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Economía|Jueves, 18 de julio de 2002
LEVE REPUNTE CONTRA EL PEOR MOMENTO DE LA RECESION

La industria fabrica su piso

Economía se ilusiona, tras el leve repunte de mayo y junio, que la industria esté rebotando después de haber tocado fondo.

Por Raúl Dellatorre
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Respuesta dispar por sector, según el efecto de la devaluación.
El ministro de Economía encontró motivos para ilusionarse. De acuerdo al indicador industrial que elabora el Indec –el EMI–, marzo y abril podrían haber constituido el piso de la recesión para la actividad manufacturera. Junio resultó el segundo mes consecutivo de crecimiento del nivel de actividad (en la medición desestacionalizada) con respecto al mes anterior y, según las previsiones de Roberto Lavagna, julio sería el tercero. Sin llegar a reclamar los festejos previstos para el 9 de julio por el fin de la recesión, en el Palacio de Hacienda apuestan algunas fichas a un rebote. De cualquier modo, sigue lejana la posibilidad de una recuperación generalizada: más allá de ciertos sectores beneficiados puntualmente por la devaluación, falta en la industria capital de trabajo y fuentes financieras para la inversión que permitan poner en marcha otras ramas que podrían sustituir a las encarecidas importaciones.
Despejados los factores estacionales (impacto de feriados, lluvias, inicio de temporada, etc.), la producción de junio resultó superior a la de mayo en el 1,6 por ciento, sucediendo a una mejora del 2,4 por ciento de mayo con respecto a abril. De acuerdo al indicador, junio resultó el mes de mayor producción del primer semestre, aunque todavía en niveles levemente inferiores (0,6 por ciento, siempre en términos desestacionalizados) a los de diciembre del 2001.
Los rubros de mejor desempeño en el último mes han sido los de aluminio primario, agroquímicos y aceites y subproductos oleaginosos. El principal factor de impulso ha sido, en todos los casos, la fuerte variación del precio del dólar. Aluminio y agroquímicos se vieron favorecidos por la posibilidad de sustitución de productos similares importados. El primero se vio favorecido, además, por abastecer como materia prima a sectores con productos de baja tecnología (utensilios diversos) que vuelven a atender un mercado local que, aunque reducido, ya no cuenta con la oferta importada abundante y barata. En el sector de agroquímicos está influyendo no sólo el encarecimiento de la competencia importada, sino también el mejoramiento en el perfil de ingresos de los sectores de la producción agrícola de bienes exportables.
Partiendo de niveles muy bajos (llegaron a ceder hasta un 70 por ciento del nivel de producción en el último lustro), la industria textil también registra un importante repunte en los últimos tres meses, aunque todavía muy por debajo (más de un 40 por ciento) de los índices de producción de un año atrás. La industria de productos químicos, en tanto, tras haber sido uno de los sectores menos afectados por la recesión –en el 2001 alcanzó su pico de producción histórico– va recuperando lentamente el terreno perdido en los primeros meses del año.
Dos rubros que han pesado fuerte sobre los resultados de junio son el sector automotor, en medio de una aguda recesión, y el de productos alimenticios y bebidas, con variaciones disímiles en diferentes renglones pero con una evolución, en promedio, positiva. A la ya mencionada suba en Aceites, se agrega la de Carnes rojas y Lácteos, en el orden del 3 por ciento con respecto a mayo, balanceadas con caídas en la producción de Carnes blancas, Bebidas y Yerba mate.
El sector externo está marcando el tono de la leve mejoría que se observa en el desempeño industrial. Pero mientras el mercado interno permanezca estancado, no hay expectativas de una reactivación generalizada. “Prácticamente no se está importando nada, salvo algunos insumos críticos sin posibilidades de sustitución”, señaló ayer a este diario un responsable de operaciones en comercio exterior. Algunas industrias han comenzado a sustituir a la demanda antes atendida por oferta importada, pero sólo en algunos rubros y en forma parcial. “No hay chances de encarar una expansión importante de la producción, porque los que tienen capacidad productiva no tienen capital de trabajo (para compra de materia prima e insumos y pago de salarios), y a los que le faltacapacidad productiva no tienen crédito para la inversión”, apuntó un directivo vinculado a la industria.
Desde una perspectiva ultraliberal, el economista Miguel Angel Broda estimó que hay “muy pocas probabilidades de iniciar una recuperación y riesgos importantes de seguir cayendo”. Reconoció que en los dos últimos meses “en algunos sectores hay algún leve indicio de una mínima recuperación, pero hay otros que no paran de caer”. Auguró que “los 10 meses que le quedan (en el cargo) al presidente Duhalde no generan un ambiente posible para esta reconstrucción porque muchos de los costos que se deberían afrontar, el gobierno no está dispuesto a pagarlos”.
En el Ministerio de Economía, en tanto, se conforman con este pequeño rebote y que en los meses siguientes se ratifique que el piso de la recesión quedó establecido en el primer semestre. Sin una estrategia industrial ni políticas de integración interregional, la recuperación seguirá siendo un privilegio de pocos.

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