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En medio de las turbulencias financieras, el Gobierno pudo mostrar solidez en el frente fiscal. La recaudación impositiva de febrero aumentó 27,4 por ciento respecto de igual mes del año pasado. La satisfacción oficial por el resultado quedó de manifiesto con la presencia de Felisa Miceli y Alberto Abad, titular de la AFIP, en la sala de conferencias de la Casa Rosada para dar a conocer la noticia. Es un recurso usual del Ejecutivo cuando tiene para presentar datos económicos positivos. Los ingresos totalizaron 13.356,4 millones de pesos. Son 921 millones de pesos o 7,4 por ciento más que la meta fijada en el Presupuesto para el mes.
En enero había ocurrido lo mismo: la recaudación resultó 7,5 puntos mayor a la prevista. Esto confirma dos cosas. Por un lado, que el Gobierno no tiene problemas de caja, sino, por el contrario, holgura fiscal para tomar medidas que implican mayores gastos a los presupuestados. Por ejemplo, para compensar a los productores agropecuarios y evitar así una disparada en los precios de los bienes de la canasta familiar. En segundo lugar, se cumplen las advertencias de la oposición respecto de que las proyecciones de crecimiento económico y, en consecuencia, de ingresos, estaban subestimadas.
El IVA, que representa el 32 por ciento de los ingresos totales, registró un aumento de recaudación del 28,4 por ciento en comparación con febrero de 2006. El segundo impuesto en importancia es Ganancias, que aporta el 20 por ciento del total, y tuvo un alza de ingresos de 16,7 puntos. Las contribuciones patronales vienen pesando cada vez más y de hecho ya equivalen al 14 por ciento de la recaudación, y el mes pasado tuvieron otra vez un fuerte incremento, del 36,5 por ciento. Lo mismo ocurre con el gravamen a las cuentas corrientes (al cheque), que genera el 8 por ciento de los ingresos, y trepó 42,3 puntos el mes pasado. Finalmente, las retenciones a las exportaciones, que generan el 8 por ciento, aumentaron 18,9 por ciento.
“Este resultado es auspicioso para el proceso productivo que está viviendo la Argentina”, destacó Miceli. La meta de recaudación para el año es de 169.000 millones de pesos, contra 150.000 millones conseguidos en 2006. De acuerdo con las estimaciones de analistas económicos, la AFIP terminaría recolectando algo más de 180.000 millones.
Abad aprovechó la conferencia para remarcar la evolución del Impuesto a la Transferencia de Inmuebles (ITI), que se paga al momento de vender una propiedad siempre y cuando los fondos no se utilicen inmediatamente para la adquisición de otra. Este tributo pasó de recaudar 13 millones de pesos el año pasado a 32 millones de pesos en febrero último. El alza se produjo, según destacó Abad, por los controles que implementó el organismo hace tres meses. “Cuando se ponen controles inteligentes el nivel de formalidad crece”, señaló el funcionario, y agregó que los controles “no afectan la evolución del mercado”. “Es un impuesto que no es muy importante en términos absolutos, pero sí en términos de formalidad de actividades económicas”, completó Abad.
Finalmente, Miceli destacó la adquisición de los scanners fijos y móviles por parte de la Aduana para controlar las operaciones de exportación e importación. Las máquinas permiten revisar en forma automática los contenidos de los containers y los transportes sin necesidad de abrirlos. El escáner se puso ayer en marcha en la Terminal 4 del puerto de Buenos Aires, con la presencia de empresarios de los sectores textil, calzados y juguetes. Ricardo Etchegaray, titular de la Aduana, señaló que “es una herramienta de control espectacular, que facilita el comercio exterior”. El organismo tiene previsto incorporar otros ocho escáneres en los próximos meses, en distintos puntos del país.
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