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El Banco Central concretó ayer una de las intervenciones más fuertes del año en el mercado cambiario. En una de las mayores compras del año, adquirió un total de 130 millones de dólares, con el objetivo de sostener la paridad entre el peso y el dólar. Pese a esa activa participación en la plaza, no pudo mantener la cotización por encima de los 3,08 pesos en el segmento mayorista. En la city creen que el billete verde podría descender un par de centavos en las próximas jornadas, ante la fuerte presión vendedora. En las casas de cambio, la cotización se estabilizó en los 3,10 pesos para la venta.
El Ministerio de Economía está dando una mano al Central. Fuentes oficiales dijeron a este diario que las compras de dólares del Tesoro se duplicaron en las últimas jornadas respecto del comportamiento de los primeros meses del año. Entre enero y marzo, Economía tuvo una actuación muy modesta, con compras diarias de apenas 10 millones de dólares en promedio (619 millones durante el trimestre). En estos días duplicó el monto adquirido por jornada.
En el mercado cambiario ayer se operaron 630 millones de dólares, cerca del record de 770 millones de la semana pasada. En una de las principales cerealeras comentaron a Página/12 que hubo una fuerte liquidación de divisas por parte de los exportadores a partir del mediodía. Hasta ese momento, la cotización se ubicaba por encima de 3,08 pesos en el mercado mayorista. El BC lo llevó a un tope de 3,0840 y a partir de ahí se notó una avalancha de ventas por parte de exportadores, empresas y bancos que quisieron aprovechar esa mejora en la cotización. La jornada pudo ser peor de no haber sido por la circunstancial desaceleración en el ingreso de capitales de parte de financistas extranjeros que especulan en el mercado de bonos.
Las fuertes ventas produjeron el retroceso del dólar, que terminó la jornada en 3,0770 pesos, por debajo del 3,08 que el Banco Central vino defendiendo en las últimas semanas. A pesar de que a fin de mes, por una cuestión estacional, suele evidenciarse un salto en la demanda de divisas por parte de multinacionales que deben remitir utilidades a sus casas matrices, en esta oportunidad esa situación no tuvo peso en el mercado. Los operadores se juegan a que el tipo de cambio tiene grandes chances de bajar mientras dure la cosecha gruesa y se apuran a venderle al Central.
En el sector privado se evidencia una división entre las compañías extranjeras y las locales. Mientras las de afuera suelen mantener una parte de sus activos dolarizados, por imposición de sus casa centrales, las argentinas están prefiriendo comprar mercadería antes que adquirir en billetes verdes. Los gerentes creen que esa estrategia es el mejor refugio contra la inflación.
Las reservas, que nueve días atrás alcanzaron los 40.000 millones de dólares, ya se encuentran en 40.450 millones, de acuerdo con los últimos datos difundidos por la autoridad monetaria. Significa que por cada día hábil absorbió un promedio de 75 millones de dólares.
En las próximas semanas ingresarán al país los dólares provenientes de una nueva colocación del Bono del Sur, el emprendimiento financiero conjunto entre la Argentina y Venezuela. La colocación será por entre 500 y 1000 millones de dólares. Hasta el momento hubo otras dos emisiones, por un total de 2500 millones. Los fondos le servirán al Gobierno para seguir cubriendo las necesidades financieras de este año.
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