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Economía|Sábado, 10 de agosto de 2002
EL TITULAR DE AGRICULTURA DEBIO RENUNCIAR

No apto para la Sociedad Rural

Rafael Delpech dejó el cargo a pedido del Presidente, seis días después de haber sido abucheado en la Sociedad Rural. Ni Duhalde ni Lavagna concurrieron, descontando la dura condena de la entidad que preside Crotto.

Por Raúl Dellatorre
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Rafael Delpech, desde ahora ex secretario de Agricultura.
Seis días después de haber puesto el cuerpo por el Gobierno y recibir la rechifla de la coqueta tribuna de la Sociedad Rural, Rafael Delpech debió renunciar al cargo de secretario de Agricultura y Ganadería. “El Presidente me pidió tu renuncia”, le informó el ministro Roberto Lavagna ayer a primera hora. Curiosamente, el cuestionamiento que recibió fue “no haber defendido” al Gobierno frente al embate del presidente de la Sociedad Rural, Enrique Crotto, durante el acto de inauguración de la exposición anual. Haroldo Lebed, hasta ahora ministro de Agricultura y Ganadería bonaerense, será quien reemplace a Delpech en el gobierno nacional a partir del próximo martes.
La ausencia de Eduardo Duhalde en la Rural, el sábado último, generó la reacción de Crotto, que descalificó la representación que asumía Delpech desde el mismo inicio de su discurso. “Todo el campo esperaba que el Gobierno estuviera aquí, con la gente que trabaja, pero lamentablemente parece que algunos no lo entendieron”, acusó. La disputa entre el campo y el Gobierno está centrada en el disgusto de los exportadores agrícolas y productores de la pampa húmeda por la aplicación de retenciones a las exportaciones, olvidándose del efecto neto positivo que reciben por la brutal devaluación de la moneda. Por el contrario, Crotto denunció al Gobierno de haber violado “la seguridad y la estabilidad” a través de la devaluación, una decisión que calificó de “nefasta”.
La actitud de Delpech del sábado último había sido no sólo soportar en soledad los ataques, sino intentar enhebrar un discurso sobre un futuro mejor, otorgándole incluso al campo un reconocimiento por su supuesto aporte a pagar los platos rotos del desequilibrio fiscal. Fue un discurso demasiado extenso, de 45 minutos, leído entre chiflidos e insultos casi desde un principio. El funcionario no se salió del texto que llevaba escrito ni un instante, como para al menos intentar una respuesta a las diatribas lanzadas por Crotto. De poco le valió el gesto ante un público preparado para cargar sobre él toda la furia acumulada contra el Gobierno. De cualquier forma, asumió el costo, posteriormente almorzó con su familia y un núcleo de gente vinculada en el propio restaurant de la Rural y paseó con sus hijos entre los corrales durante la tarde. Un allegado le consultó a Delpech si iba “a pasar factura” el lunes siguiente en el Gobierno por semejante demostración, a lo que el futuro ex funcionario respondió con gesto de incomodidad. No esperaba felicitaciones ni agradecimientos, pero mucho menos su expulsión del Gobierno.
Los abucheos de los asociados a la Rural estaban en la cuenta del Gobierno antes del sábado. Duhalde había anunciado con mucha anticipación su faltazo, y Lavagna se había comunicado el viernes por teléfono con Crotto advirtiéndole que, en caso de que hubiera una sola crítica al Gobierno en la inauguración, él no concurriría al tradicional almuerzo del día posterior. La decisión de que fuera Delpech el solitario representante que cumpliera con la formalidad de inaugurar la muestra había sido largamente meditada. Con su renuncia, seis días después, el Gobierno no hizo más que ratificar su ya reconocida debilidad y las habituales contramarchas a las que es afecto. Al anterior secretario de Agricultura, el santafesino Miguel Paulón, le rogaban que se quedara a pesar de haberse puesto en la vereda de enfrente del gobierno repudiando la aplicación de retenciones.
Según otras versiones, la caída de Delpech no sería ajena a su reclamo de liberación de la venta de vacunas contra la aftosa durante la próxima campaña. De acuerdo con lo establecido por el Senasa, la venta del antígeno, producido y comercializado exclusivamente por el laboratorio Biogénesis, debía canalizarse únicamente a través de las fundaciones de productores. Los grupos ruralistas que controlan dichas fundaciones, indican fuentes del sector, se alinearon rápidamente entre los dispuestos a desplazar a Delpech. Lebed, quien asumirá el martes en reemplazo de Delpech, es al igual que su antecesor un allegado al gobernador bonaerense, Felipe Solá. El mandatario provincial había propuesto a Lebed para ocupar un sillón en el Directorio del Banco Provincia: ayer retiró el pliego ante la decisión de su nuevo destino.

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