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Economía|Miércoles, 15 de agosto de 2007

Noventa días para armar una banca de desarrollo

Economía trabaja en un proyecto para dar apoyo financiero a las empresas que inviertan. El objetivo es empezar antes de fin de año. El plan excede la coyuntura internacional adversa.

Por David Cufré
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Miguel Peirano plantea un esquema mixto, público y privado.

El Ministerio de Economía trabaja en un proyecto de banca de desarrollo que se propone anunciar antes de fin de año. La iniciativa contempla un esquema de integración entre el sector público y el privado para estirar el plazo de los créditos y reducir la tasa de interés. El titular de esa cartera, Miguel Peirano, apuesta a producir un salto en los planes de inversión de las empresas a mediano y largo plazo. La estrategia persigue dos objetivos: afianzar el crecimiento económico y frenar la escalada de precios mediante un aumento de la oferta de bienes que sea capaz de dar respuesta a la suba del consumo. Es la salida opuesta a la receta ortodoxa de frenar la economía para detener la inflación.

Fuentes oficiales indicaron a Página/12 que la intención del Gobierno es arrancar con el proyecto antes de diciembre, para luego pasar la posta –según confían– a Cristina Fernández. Una alternativa en estudio es fortalecer al Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para que encabece la coordinación del programa. Ese paso, sin embargo, podría quedar para más adelante. La tensión financiera internacional conspira contra este tipo de iniciativas, ya que encarece el fondeo de los bancos.

De todos modos, Peirano considera que diseñar una banca de desarrollo es un paso esencial para resolver cuellos de botella en distintos rubros de la producción. Además de proveer financiamiento blando a largo plazo, la creación de este instrumento sería al mismo tiempo una señal de consolidación del modelo. Ese solo hecho debería despejar dudas empresarias e impulsar a las compañías a invertir, de acuerdo con la evaluación de los funcionarios.

El jefe del Palacio de Hacienda transmitió ayer alguna de estas ideas a la cúpula de la Cámara Argentina de Comercio, encabezada por Carlos De la Vega, Eduardo Eurnekian y Alberto Grimoldi. El ministro los recibió en el marco de sus encuentros con las cámaras empresarias. De la Vega comentó que Peirano hizo hincapié en la necesidad de “promover un sistema público y privado para financiar inversiones de mediano y largo plazo”. Además, ratificó la continuidad de los mecanismos de promoción de la inversión vigentes desde hace años, como la devolución anticipada del IVA, la amortización acelerada de Ganancias y los aranceles diferenciados para la importación de bienes de capital.

Antes de la reunión con la CAC, Peirano participó de la celebración del Día de la Exportación. En su discurso, insistió en que el Gobierno hará un monitoreo de las importaciones chinas y tomará “todas las medidas que sean necesarias para evitar eventuales desequilibrios” en el intercambio comercial. En esa línea, agregó otro concepto: “No aceptaremos que la radicación de empresas en China sea para establecer procesos de armaduría, con procesos de terminación en la Argentina, ni esquemas que impliquen desagregación de valor”. Se trata de un mecanismo que utilizan algunas empresas para evitar las trabas a la importación.

El titular de Economía destacó que las exportaciones aportaron 13,9 puntos al crecimiento de la economía en los últimos años y que unas 4000 empresas se sumaron al negocio de la exportación. El presidente de la cámara del sector, Enrique Mantilla, aseguró que este año se llegará al record de 52.200 millones de dólares de ventas al exterior y estimó que en 2008 alcanzarán a 56.500 millones.

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