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Economía|Viernes, 24 de agosto de 2007

El debate sobre el anuncio del Gobierno

CLAUDIO LOZANO *.

“Medida incompleta”

“Nadie puede estar en contra de una medida como la anunciada ayer. En todo caso, el problema es que el Gobierno da una muestra más de que no pretende reformular el sistema de políticas públicas. La mejora de las asignaciones familiares no garantiza transferencias universales en materia de ingresos. Se trata de una iniciativa que impacta en forma exclusiva sobre el sector formal de los trabajadores, que no representan más que el 40 por ciento del total de la fuerza laboral. Quedan excluidos la mayoría de los hijos de este país. Es grave lo que sucede porque lo que prima en la Argentina es la informalidad. Y la suba de las asignaciones no hace más que agrandar la desigualdad entre los trabajadores formales y los informales o los desocupados. Es una medida incompleta, vieja y desactualizada, que profundiza la brecha en lugar de resolver la distribución del ingreso. Lamentablemente, el Gobierno no se hace cargo de la realidad. Mi propuesta es que debe reemplazarse el esquema actual por otro donde las asignaciones tengan carácter universal. Un mecanismo puede ser atar la percepción del ingreso a una cobertura sanitaria y a la participación en el sistema escolar. Este modelo ya existe en varios países. En América latina funciona en Brasil, en donde se le abona un salario a la madre que garantiza que su hijo va a la escuela. También funciona con éxito en países como España y Francia.”

* Diputado y miembro de la Mesa Nacional de la CTA.

EDUARDO CURIA *.

“Un paso adelante”

“Es obvio que la iniciativa anunciada ayer por el Gobierno es un paso adelante en lo referente a los ingresos populares. La discusión de si es suficiente o se podría hacer algo más nunca acabará. Lo cierto es que este gobierno está realizando un gran esfuerzo para mejorar los indicadores sociales, y eso se nota mes a mes. Tampoco debe negarse que la suba de las asignaciones trae aparejado un ablandamiento del frente fiscal, que ya se viene verificando desde hace un tiempo. No es nuevo. Por eso sostengo que, tras las elecciones, la administración que asuma deberá realizar una especie de “service” del actual modelo económico. Tendrá que prestarle una atención especial a la cuestión fiscal, como a otras, como asegurar un tipo de cambio competitivo, por ejemplo. Mientras tanto, una mejora en las asignaciones familiares aporta a una mejor distribución del ingreso, dinámica a la cual este gobierno ya hizo una enorme contribución. Este último quinquenio fue exitoso en ese sentido. La performance fue muy valiosa. Ahora bien, debemos tener en cuenta que éste fue el primer tramo, y que de ahora en adelante se requerirá de un mayor esfuerzo. E insisto, no sólo en lo referente a las cuestiones sociales sino también en otros temas, como el fiscal, la paridad cambiaria y la política salarial. El próximo año habrá que ser muy estrictos en la utilización del gasto público. Pienso en un reordenamiento de los subsidios.”

* Economista.

GABRIEL SANCHEZ *.

“Los informales”

“El aumento de las asignaciones ayuda a mejorar la distribución del ingreso. Es así si lo analizamos de una manera estática, tomando como referencia los precios actuales. La pregunta es si el incremento del 40 por ciento será tal en términos reales. No hay que pasar por alto que la economía argentina convive con una inflación alta, y de hecho existe una fuerte controversia entre lo que mide el Indec y el verdadero nivel inflacionario. El tema que me preocupa refiere a que la suba se anunció en un contexto de fuerte expansión del gasto público, que a su vez potencia la inflación. El análisis es que esta mejora servirá para que los asalariados no pierdan posiciones frente a la escalada de precios, pero no implica un avance real. El gran aporte que podría hacer el Gobierno pasaría por una disminución de la informalidad laboral, que alcanza al 40 por ciento del total de los trabajadores. Ellos no percibirán nada de lo que acaba de anunciarse, y eso es injusto. Allí debería enfocar el Gobierno para concretar una mejora significativa en la distribuición. Para lograrlo, debería haber más fiscalización y mayores incentivos para que los empleadores tomen trabajadores en blanco. El inconveniente es que existe un encadenamiento de la evasión muy complicado de quebrar. Creo que la calidad del empleo forma parte de la agenda urgente del próximo gobierno.”

* Economista de Ieral.

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