Imprimir|Regresar a la nota
Economía|Martes, 18 de diciembre de 2007

Los mercados desconfían de los buenos augurios y toman recaudos

La caída generalizada de las bolsas en el mundo fue reflejo de la preocupación por las advertencias de Greenspan sobre la crisis en Estados Unidos. Y la desconfianza en los buenos pronósticos de Paulson.

/fotos/20071218/notas/na10fo10.jpg
Los mercados bursátiles fueron ayer un termómetro de la falta de confianza de los inversores.

¿Quién tendrá razón, Alan Greenspan o Henry Paulson, el actual secretario del Tesoro estadounidense? Por ahora, los inversores internacionales le pusieron sus fichas al ex presidente de la Reserva Federal (banca central estadounidense). Greenspan acaba de sugerir que la mayor economía del mundo se encamina hacia la “estanflación” (recesión con inflación). Paulson lo cruzó ayer. Aseguró que “el crecimiento continuará”. No convenció. Los mercados internacionales se desmoronaron.

En Wall Street, el índice Dow Jones perdió 1,5 por ciento y el tecnológico Nasdaq, el 2,5. En Europa hubo caídas de entre 1,6 por ciento (París) y el 1,9 (Londres), mientras que en Latinoamérica, Brasil bajó 4,2 por ciento y Chile, el 2,8. En Buenos Aires, el índice MerVal retrocedió 2,6 por ciento y los títulos de la deuda cedieron hasta el 1,8 por ciento. Ese fue el caso del Par nominado en pesos. El Banco Central, que en las últimas semanas había sido comprador neto de divisas, ayer vendió unos 10 millones de dólares para mantener tranquilo el mercado. El dólar cerró en 3,16 pesos para la venta en las casas de cambio.

Los dichos de Greenspan se sumaron a otros datos negativos conocidos en la última semana. La caída de los mercados se profundizó a mediados de la semana cuando la FED rebajó la tasa en un cuarto de punto. Los financistas tenían la expectativa de un recorte mayor. Ni el anuncio de un salvataje conjunto entre distintos bancos centrales logró mejorar la situación. La difusión de que la inflación se encuentra en los picos más altos de los últimos años empeoró el escenario. Y Greenspan lo terminó de hundir. “Hay síntomas tempranos de una estanflación”, advirtió el ex banquero central.

Paulson fue tajante en su respuesta a Greenspan. Aseguró que “la inflación está bajo control” y que, “en líneas generales, la economía seguirá creciendo. Está fundamentalmente sólida”, describió. Los operadores no le creyeron, a pesar de que los últimos datos oficiales no marcan el inicio de una recesión.

En la última semana, el Dow Jones perdió el 4,1 por ciento. Porcentaje que se amplía al 7,3 por ciento si se compara con el nivel de hace dos meses, cuando el indicador tocó el record de 14.198 puntos. El mercado local también fue sacudido por las turbulencias extranjeras. En una semana, el MerVal cayó 5,2 por ciento.

“Por ahora no hay ningún indicio de recesión, pero el escenario es de incertidumbre. No habría que descartar que, de acá a seis meses, la situación sea la pronosticada por Greenspan”, señaló en diálogo con este diario el especialista en finanzas internacionales José Siaba Serrate.

El aumento del barril del petróleo y el incremento de las commodities agrícolas impulsaron los precios en los Estados Unidos. La inflación mayorista de noviembre fue la más elevada en treinta y cuatro años, mientras que el 0,8 por ciento de incremento del IPC resultó el más alto en dos años. El crecimiento económico, muy fuerte en los últimos años, se empezó a resquebrajar en los últimos meses con la explosión de la crisis por los créditos hipotecarios de baja calidad. Para hacer frente a ese tropiezo, la FED inició un proceso de baja de la tasa internacional, que se abarató un punto en el último trimestre, del 5,25 al 4,25 por ciento anual.

El problema es que, ahora, esa tendencia se ve amenazada por el recalentamiento de los precios. De hecho, Greenspan acaba de advertir que la Reserva Federal debería tomar nota del salto inflacionario para tomar los debidos recaudos. Algunos especialistas creen que, bajo el actual contexto de crisis financiera por los créditos hipotecarios y desaceleración económica, detener el proceso bajista del costo del dinero podría ahondar los problemas en lugar de solucionarlos.

Con esta incertidumbre, los inversores prefieren desarmar posiciones y pasarse a inversiones más conservadoras, como los bonos del Tesoro estadounidense.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.