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Las temperaturas elevadas que en el Area Metropolitana de Buenos Aires alcanzaron máximos que rondaron los 38 grados y casi 42 de sensación térmica, sometieron ayer a una dura prueba al sistema de generación y distribución de energía eléctrica, ya que se registró un pico de demanda de potencia de casi 17.700 megavatios.
Este nivel resulta muy cercano al de 18.000 MW que es considerado clave, por cuanto marca un límite a partir del cual el Sistema Energético ingresa en situación de riesgo, habida cuenta de que el parque generador del país totaliza unos 21 mil megavatios. En la ecuación energética parece estar jugando a favor el cambio de horario durante el verano, “que dispersó la demanda entre la tarde y la noche”, evaluaron técnicos del sector. Además de posibles dificultades en materia de generación, la situación puede complicarse por la persistencia de las altas temperaturas durante varios días por su efecto sobre la red de distribución. Por ello, empresas y funcionarios del área energética procuran coordinar acciones tendientes a sostener el suministro dentro de “la normalidad posible”. No obstante, ayer se registraron cortes en diversas zonas de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires.
En general, se cuenta con buen aporte hidroeléctrico y nuclear, y a nivel de generación térmica se espera que en los próximos días reingresen a servicio algunas máquinas de las centrales Dock Sud y Costanera, en reparación. En el interior se registraron ayer situaciones de máxima tensión que afectaron amplias zonas del Chaco, Formosa, Entre Ríos y Corrientes, según informes de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico. A la vez, reveló un incremento de la demanda de electricidad en la costa atlántica, con picos cercanos a los 600 MW.
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