El presidente Eduardo Duhalde y su ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, parten mañana hacia México con la esperanza de encontrar allí la respuesta más esperada desde el mes de enero, cuando se hicieran cargo del Poder Ejecutivo: un aval del Fondo Monetario Internacional al programa económico.
Tras los sucesivos contactos sin resultados concretos tanto con funcionarios de la administración Bush (gobierno de Estados Unidos) como con el staff del FMI, ahora las máximas autoridades de la delegación argentina apuestan a correr mejor suerte en las conversaciones que, entre mañana y el viernes, esperan tener con Horst Koehler, director gerente del organismo multilateral de crédito. El encuentro tendrá lugar en la ciudad de Monterrey, donde se realizará la Cumbre Mundial sobre Financiamiento para el Desarrollo, organizada por las Naciones Unidas.
También participará del encuentro el primer mandatario estadounidense, George Bush, con quien Duhalde no logró concertar una entrevista personal, aunque sí participará en una reunión conjunta con los demás presidentes del Mercosur. En cambio, es probable que haya contactos directos con miembros de la administración Bush pertenecientes al Departamento del Tesoro.
Durante las poco más de 48 horas que permanecerá en Monterrey, Remes intentará sumar apoyos que modifiquen la dura postura asumida por el Fondo hasta el momento. La visita a Argentina de la delegación técnica encabezada por Anoop Singh culminó el viernes con nuevas exigencias de ajuste, en particular para las provincias. Sin embargo, la única reacción oficial provino de la primera dama, Hilda “Chiche” Duhalde, quien señaló la necesidad de una gestión “humanitaria” para que se entendieran, en Washington, las penurias del pueblo argentino.
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