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Economía|Lunes, 27 de enero de 2014
Miguel Bein, director de Bein y Asoc.

“Quedará en ocho”

Por Federico Kucher.
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–¿La cotización del dólar oficial se estabilizará o seguirá en aumento?

–Creo que el tipo de cambio se va a sostener en un rango de ocho pesos, a partir de la intervención del Banco Central. En este punto, la tasa de interés jugará un rol importante. Esto último ya se puede observar a partir de la suba de casi seis puntos porcentuales de la tasa de corte en la licitación de letras de la autoridad monetaria.

–¿Cuál fue el objetivo de llevar el dólar a ocho pesos?

–Para los que pedían desdoblamiento cambiario hoy no podrían justificar que esa medida iba a resolver el problema de competitividad. Por caso, el de las economías regionales. El punto central es que había que corregir el tipo de cambio comercial para reequilibrar esta situación. Eso se podía hacer a través de dos mecanismos. Uno era la devaluación fiscal, es decir dar incentivos (subsidios) a estos productores para mejorar la rentabilidad de sus negocios. Pero el Gobierno está apretado fiscalmente, por lo cual tomó la decisión de corregir directamente la cotización del dólar nominal y llevarlo hasta un valor de ocho pesos.

–Con este nuevo valor, ¿cómo queda el tipo de cambio real?

–Este nuevo nivel del dólar permite recomponer la pérdida de competitividad de los últimos años. Lo que se empezó a hacer ahora es invertir el macrocidio de 2010 y 2011, cuando el tipo de cambio estuvo planchado, al tiempo que la inflación se movía a tasas de dos dígitos. Con ese esquema, el aumento de los salarios en dólares provocó un fuerte desgaste de la cuenta corriente (balance de las ventas y compras de bienes y servicios con el resto del mundo).

–¿La devaluación tendrá efecto sobre el salario real? ¿La inflación puede pegar un salto significativo?

–La consecuencia de toda devaluación es bajar el salario real, porque se trata de una transferencia de ingresos. Existirá traslado a precios en algunos productos sensibles de la canasta básica: arroz, fideos, aceites, azúcar y leche. Eso impacta directo sobre sectores de menores recursos. Hay que esperar para ver cómo se resuelve ese punto. Podrían implementarse medidas para moderar esta situación.

–¿Cómo sigue la puja distributiva a partir de ahora?

–Es un tema que estará al tope de la agenda. La capacidad política del Gobierno para manejar la situación con los sindicatos y los empresarios será central en materia inflacionaria. Pero no veo que sea una misión imposible moderar los reclamos en las paritarias y contener el incremento de precios. Me parece que no hay condiciones para que ocurra un desmadre con la inflación. Esta jugada del Gobierno no debería salir tan mal.

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