“Es mejor ponerse un casco” y sincerar sin rodeos las restricciones fiscales para el presupuesto de este año, recomendó el secretario de Hacienda, Oscar Lamberto. La aprobación del presupuesto es reclamada por el FMI, pero Lamberto anticipó ayer que todavía “llevará tiempo contar con una iniciativa que sea cumplible, seria y creíble”. Esas características implican que habrá un duro recorte de gastos, por lo que parece difícil que vaya a darse marcha atrás con el descuento del 13 por ciento en jubilaciones y salarios. “Me parece que en esto el Estado tiene que hacer igual que la familia, es decir, ver qué ingresos tenemos, cuáles son los gastos prioritarios, qué cosas podemos pagar y afrontar la verdad”, sugirió Lamberto. “Es mejor perder diez días y hacer las cosas bien”, concluyó.