La venta de PeCom a Petrobras puso al borde de la fractura al flamante grupo de lobby empresarial que se bautizó como Asociación Empresaria Argentina (AEA). Fueron las gargantas de sus más representativos exponentes –Amalia Lacroze de Fortabat, por poner un ejemplo– desde donde salieron las frases que convencieron a Eduardo Duhalde para tratar de poner un coto a la venta de los activos de Gregorio Pérez Companc al poderoso grupo brasileño. Ahora, una porción de los integrantes de la AEA, no todos, pergeñan junto al Presidente conformar un holding para quedarse con una porción de los ex bienes de Goyo que el Estado argentino no autorizará a traspasar a los brasileños, verbigracia, el servicio de transmisión de energía eléctrica. La novedad es que el Estado se asociaría al holding en ciernes para participar de dicha compra.
La operación, si finalmente se cristaliza, podría cerrarse la semana entrante. La decisión está dependiendo de que los empresarios finalmente conformen el holding y, posteriormente, si el Estado decide aportar 300 millones de pesos. Es decir, lo que saldría comprar las transportadora de energía eléctrica.
Uno de los más cercanos hombres del Presidente confirmó ayer a Página/12 que Duhalde planteó a los representantes de Petrobras y al embajador de Brasil, José Botafogo Gonçalves –con quienes se reunió (ver nota central)–, las inquietudes de un sector de AEA en cuanto a la venta. Pero Duhalde también reconoció que, debido a que la actividad hidrocarburífera está desregulada, poco podría hacer para evitar el traspaso. No ocurriría lo mismo con las empresas en poder de Pérez Companc, que también serán vendidas a Petrobras, de transporte de energía. Duhalde así se lo transmitió a los empresarios y diplomáticos brasileños que ayer se reunieron con él. “Vamos a dar lugar a que se exprese el ENRE”, les dijo. El Ente Regulador de Energía se negaría a que las transportadoras del fluido queden en manos de Petrobras, según confiaron altos funcionarios del Gobierno a este diario. Los brasileños estarían dispuestos a, una vez comprado el paquete completo de PeCom, desprenderse de las transportadoras en cuestión.
Aquí se introduce una idea que está cobrando forma entre algunos miembros de AEA: conformar un holding para comprar las compañías de transmisión eléctrica. No todos los empresarios acuerdan con esta hipotética maniobra, pero aquellos que la impulsan han tentado al Gobierno para que participe, se asocie al holding de marras, a fin de quedarse con los tendidos eléctricos.
“Entre los empresarios nacionales –dijo ayer a este diario uno de los hombres del Presidente que está al tanto de las tratativas– está muy latente una idea que tienen atravesada. Nos dicen: ‘Si el Estado les dio 2400 millones de pesos a los bancos (a través de los redescuentos del BCRA), ¿no podrían poner apenas 300 millones para esta empresa?’”. “Poca guita”, los 300 millones, según cuantificó el funcionario mencionado.
La puja entre lobbistas –que en la Casa Rosada gustan denominar como empresariado nacional– y, por consecuencia, la creación o no del holding y la posible asociación con el Estado– será definida, según estiman en Balcarce 50, la semana entrante. De concretarse, Duhalde conseguiría reintroducir al Estado en una actividad que le había sido vedada enconsonancia con los preceptos de la Biblia neoliberal impuesta durante el menemato. La paradoja sería que su reentré se haría de la mano de los mismos empresarios que aplaudieron e impulsaron la retirada y el desguace de ese Estado en aquellos años oscuros.
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