Imprimir|Regresar a la nota
El mundo|Martes, 29 de abril de 2008
Un bombardeo israelí mató a cuatro niños y a su madre

Una familia diezmada en Gaza

Según el Centro Palestino de DD.HH., las esquirlas de un misil que lanzó Israel causaron la muerte de los niños. Para el ejército israelí hubo una explosión que destruyó la casa de Ahmed Abu Meatak, después de hacer blanco en dos militantes.

Por Juan Miguel Muñoz *
/fotos/20080429/notas/na20fo01.jpg
Dos niñas y dos varones fueron destrozados en el acto, según contó su padre.

Desde Beit Hanun

El refugiado Ahmed Abu Meatak, de 70 años, está aturdido. Alberga sólo una certeza: seis de sus hijos menores desayunaban ayer por la mañana junto a su madre en el patio de su modesta casa de Beit Hanun, en el norte de Gaza, y su familia ha sido diezmada. Un par de horas después de la matanza perpetrada por la artillería israelí, le dijeron que dos de sus pequeños habían sobrevivido. Pero ignoraba quiénes. “Yo había salido a una tienda a comprar, y cuando he vuelto he visto la carne de los niños mezclada con los hierros”, cuenta Abu Meatak en una sala de su vivienda. Miyasar, su segunda esposa, falleció poco después en un hospital de Gaza. Como pereció también un transeúnte de 17 años que pasaba por ahí. Casi 200 civiles inocentes han muerto en Gaza en 2008.

Las niñas Rudina, de 5 años; Hana, de 3, y sus hermanos Saleh, de 4, y Musab, de 15 meses, fueron destrozados en el acto. Su madre, Miyasar, de menos de 40 años, murió más tarde a causa de las heridas. En el escenario de la masacre todavía se veía una pequeña zapatilla sobre un charco de sangre seca. Las mujeres, hiyab negro y semblantes desencajados, sollozaban en un rincón, a metros de la puerta de hierro tumbada por la explosión. “Creo que ha sido el golpe de la puerta lo que ha matado a los pequeños”, dice uno de sus tíos. Ahmed Abu Meatak, padre de 11 hijos, apenas es capaz de explicar nada. “Estábamos en casa, yo no sé si había milicianos por aquí.” Recibe una llamada de uno de sus nietos, y esboza una sonrisa. No puede hablar más. Sólo recibir abrazos de los allegados que comienzan a sentarse en la tradicional carpa fúnebre. Ahí pasará tres días recibiendo pésames.

Durante la conversación, tres explosiones sacuden el vecindario. En la zona de Beit Hanun, una ciudad agrícola adyacente a Israel, el ejército israelí combatía duramente. El Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) dijo que, de acuerdo con su investigación preliminar, unos 20 vehículos blindados entraron más de un kilómetro en el norte de Gaza alrededor de las 6 de la mañana y que a las 8.18 un avión israelí había lanzado un misil a un grupo de militantes. El misil aterrizó a 10 metros del hogar de los Meatak, e hirió a un militante. Menos de un minuto después, dijo el CPDH, dos misiles más fueron lanzados a la misma área, aterrizaron en la puerta de la misma casa y mataron a otro militante. El centro dijo que las esquirlas de los misiles destruyeron la casa y se desplegaron, matando a los niños directamente. En una coyuntura nada oportuna, cuando Egipto trata de forjar una tregua entre Hamas e Israel.

El ejército israelí dijo que hubo una gran explosión después de hacer blanco en los dos militantes desde el aire, “indicando la presencia de bombas y explosivos” en lo que dijo eran grandes mochilas portadas por los militantes. El ejército dijo que había sido el resultado de esta explosión lo que dañó la casa y mató a “civiles no implicados”. Siete cohetes fueron disparados más tarde hacia Israel, tres se los adjudicó Hamas como respuesta por las muertes de la familia.

Después de señales contradictorias israelíes en respuesta al ofrecimiento de Hamas de la semana pasado de un cese de fuego de seis meses, un funcionario israelí sugirió anoche que eran innecesarias las negociaciones sobre el tema. El ejército y el gobierno israelíes rechazan que los civiles sean su objetivo y acusan a las milicias palestinas de atacar desde áreas urbanas. Aunque no niegan el empleo de bombas de fragmentación, que lanzan cientos de dardos en lugares densamente poblados. Y es que casi no hay lugares deshabitados en Gaza. En todo caso, las muertes de personas desarmadas se han elevado exponencialmente. Hasta comienzos de año, solían ser las víctimas de un ataque contra milicianos. Desde entonces, alcanzan el 63 por ciento de los fallecidos.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.