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El mundo|Martes, 17 de junio de 2008
Bush y Brown presionan para que la UE sancione

Superaliados vs. Irán

El mandatario norteamericano recibió del premier británico luz verde para endurecer los castigos a Teherán por su programa nuclear y más soldados para Afganistán. Ambos mantendrán sus fuerzas en Irak.

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Bush dijo que no descartaba un ataque contra Irán, en una conferencia junto a Brown.

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, obtuvo ayer el compromiso del primer ministro británico, Gordon Brown, de endurecer las sanciones contra Irán y enviar más tropas a Afganistán, en un broche de oro para su última gira por Europa antes de dejar su cargo, a fin de año. Bush inició ayer su jornada con una reunión a puertas cerradas con el ex primer ministro y actual enviado del Cuarteto para Medio Oriente, Tony Blair, para tratar la situación en esa región.

En una conferencia de prensa conjunta en Londres, donde ambos líderes subrayaron sus coincidencias en varios y espinosos asuntos mundiales, Bush insistió en que no descartaba el uso de la fuerza para obligar a Irán a suspender parte de su programa nuclear, aunque aclaró que prefería resolver la crisis con diplomacia. En la última jornada de su gira por Europa, el presidente norteamericano también aprovechó la ocasión para desmentir versiones de la prensa británica de diferencias con Brown por Irak, donde el Reino Unido recortó el número de sus tropas. “No tengo problemas con cómo Gordon Brown se está manejando con Irak. El ha sido un buen aliado”, señaló Bush. Brown había dicho que no ordenaría una retirada arbitraria de los 4000 soldados británicos que permanecen en Irak hasta que hayan completado su misión. “En Irak hay un trabajo que hacer y continuaremos haciendo el trabajo y no habrá ningún calendario artificial” para retirar a los soldados, dijo Brown.

Los gobernantes, ambos debilitados y con su popularidad en baja en sus países, intercambiaron cumplidos y destacaron su mutuo acuerdo en temas como Zimbabwe, Myanmar, Darfur y el estancado acuerdo comercial mundial, además de Irán, Irak y Afganistán. Brown elogió a Bush por lo que calificó de “determinación y resolución”, mientras que el presidente dijo que el premier “es duro respecto del terrorismo y aprecio eso”.

El jefe de gobierno británico hizo rápidamente públicos dos anuncios caros a los oídos de Bush. Brown dijo que su país congelará activos del principal banco de Irán como parte de la estrategia para desalentar al país a desarrollar armas nucleares, y que sus colegas europeos “estarán de acuerdo” con imitar las nuevas penalidades a Teherán. El premier especificó que se congelarán los activos del Banco Melli, que el año pasado fue acusado por Estados Unidos de financiar los programas misilístico y nuclear de Irán. “Adoptaremos cualquier acción que sea necesaria para que Irán sea consciente de la opción que debe elegir”, dijo Brown. Agregó que su gobierno quería hacer todo lo posible para mantener el diálogo con Teherán, que la semana pasada rechazó un paquete de incentivos para suspender su programa atómico elaborado por Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania. “Pero también somos claros en que si Irán continúa ignorando las resoluciones de la ONU, ignorando nuestras ofertas, no tenemos más opción que intensificar las sanciones”, advirtió el premier.

El anuncio de Brown fue un nuevo espaldarazo para Bush, donde en los días previos ya logró el apoyo de la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para endurecer la postura al régimen de los ayatolás. Brown anunció también que su país enviará más tropas a Afganistán, donde dos coaliciones internacionales, una bajo el mando de Estados Unidos y otra de la OTAN, combaten a los talibanes y a Al Qaida desde fines de 2001. Se trata de 230 soldados encargados de promover el desarrollo del ejército y la policía afganos, y su despliegue elevará a unos 8000 la cifra de soldados británicos acantonados en la sureña provincia afgana de Helmand, un bastión de los talibanes.

El anuncio llegó en momentos en que eran repatriados los cuerpos de los cinco últimos soldados británicos muertos en Afganistán a la base de la fuerza aérea británica en Lyneham, en el sudoeste de Inglaterra. Su muerte, a principios de mes, elevó a al menos 102 la cifra de soldados británicos muertos en Afganistán en siete años de operaciones.

Tras su encuentro con Brown y una reunión posterior con el líder del Partido Conservador británico, David Cameron, Bush se desplazó a Belfast para conmemorar el décimo aniversario de los acuerdos de paz de Irlanda del Norte. El mandatario estadounidense se declaró impresionado por los progresos en la provincia. “Irlanda del Norte es una historia con final feliz”, recalcó Bush tras reunirse con el ministro principal de la provincia, Peter Robinson, y su segundo, Martin McGuinness.

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