Página/12 :: El mundo :: Arrancó la temporada de explosivos

Desde Madrid

ETA irrumpió ayer en el incipiente verano español con cuatro bombas colocadas en las playas del norte del país. Todo un clásico de la banda terrorista que repite la misma estrategia desde 1979. No hubo que lamentar muertos ni heridos, ya que la organización vasca avisó con anterioridad a las fuerzas de seguridad de la colocación de los artefactos. Es el primer atentado de envergadura luego de que cayera en mayo en Francia la cúpula del grupo en una operación policial, y se produce unos días después que la Justicia diera lugar a dos recursos contra el referéndum que pretende llevar a cabo el gobierno vasco para decidir sobre el futuro de la región, interpuestos por el gobierno y el Partido Popular en la oposición. En la madrugada del domingo la banda hizo estallar también una bomba de baja intensidad en una sucursal bancaria de la localidad de Getxo, en el País Vasco.

Una llamada anónima a una estación de bomberos de la provincia vasca de Vizcaya advirtió ayer por la mañana de la colocación de las cuatro bombas, dos de ellas en la elegante playa de Laredo, en Cantabria, y las otras dos en la localidad de Noja, a unos treinta kilómetros de distancia. La policía procedió a desalojar las playas afectadas provocando que los turistas tuvieran que refugiarse en los bares y restaurantes vecinos. Algunos edificios terminaron con los cristales dañados por la onda explosiva, a pesar de que los artefactos eran todos de baja intensidad.

Desde 1979 ETA tiene por costumbre realizar lo que llama “campañas de verano”, consistentes en atacar la infraestructura turística, una de las industrias más importantes del país. En 1991 estos ataques se cobraron la vida de tres personas, mientras que un ciudadano resultó muerto en el verano de 2001 y otros dos al año siguiente. En el resto de los atentados veraniegos no hubo víctimas mortales aunque sí numerosos heridos, además de los destrozos provocados a las instalaciones turísticas. Si el objetivo de ETA era conseguir que descendiera el turismo en el país, tampoco lo logró. La industria aporta prácticamente un quinto del Producto Bruto Interno y ha tenido un crecimiento sostenido durante los últimos treinta años.

El atentado de ayer sirvió para que el Partido Popular atacara también al gobierno regional del Partido Nacionalista Vasco por su propuesta de realizar un referéndum el próximo mes de octubre, para decidir sobre la suerte de la región. Tanto el PP como los socialistas en el poder consideran la propuesta del lehendakari Juan José Ibarretxe como inconstitucional, ya que los gobiernos autonómicos no pueden convocar este tipo de consulta sin la aprobación del Parlamento nacional. Además, ambos partidos creen que la iniciativa política del PNV sólo sirve para darle legitimidad a la banda terrorista en un momento en el que atraviesa una severa crisis como grupo armado. El presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, fue muy claro al hablar después de que se supiera de la colocación de los explosivos. “Hay quienes plantean la independencia a base de referéndum y otros a base de bombas.” Desde el gobierno español el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se limitó a señalar que ingresar a formar parte de ETA “es la mejor forma de asegurarse una estancia en prisión”.

Cuatro bombas etarras en las playas españolas

Arrancó la temporada de explosivos