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El mundo|Viernes, 8 de agosto de 2008
EVO MORALES LLAMO A LOS BOLIVIANOS A DEFENDER LA DEMOCRACIA Y PARTICIPAR DEL REFERENDUM

“En varias regiones se vive una dictadura civil”

La declaración del mandatario boliviano tuvo una confirmación inmediata. El alcalde de la ciudad de Santa Cruz, el autonomista Percy Fernández, dijo ayer: “Pido a las fuerzas armadas tumbar al presidente de la República”.

Por Sebastián Ochoa
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Morales dio un discurso en el Palacio del Quemado por el Día de la Independencia.

Desde Santa Cruz

Ayoreos, ese ejjas, guarayos, chiquitanos, tacanas, chipayas, mojeños, yuquis, aymaras, quechuas, weenhayek, guaraníes, sirionós y otros representantes de los 36 pueblos indígenas de Bolivia desfilaron ayer junto a los soldados para celebrar el Día del Ejército. Sobre la avenida Beijing, en Cochabamba, el presidente Evo Morales dijo que en varias regiones se vive una “dictadura civil”: “Los gobiernos militares de los ’70 fueron sustituidos por algunos grupos que toman cortes electorales, aeropuertos, balean autos de ministros. Hago un llamado al pueblo boliviano a defender la democracia y participar del referéndum revocatorio. Quien sirve al pueblo no tiene miedo al pueblo”. En los últimos días de varios prefectos, los comités cívicos se habituaron a tomar aeropuertos para evitar la llegada de Morales o sus funcionarios. Ayer fueron los de Riberalta, en Beni, y el de Cobija, en Pando. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, cuyo auto fue baleado el martes en la capital de Beni, dijo que la oposición tiene “una estrategia ya no dirigida a impedir el referéndum, sino que busca la desestabilización del orden constitucional, desplomar la democracia”.

En la consulta del domingo el presidente sería ratificado por el 59 por ciento de los votos, según la encuesta de Captura Consulting. También se avalarían las gestiones del prefecto de Tarija, Mario Cossío; de Santa Cruz, Rubén Costas; y de Beni, Ernesto Suárez. Son parte de la Media Luna de departamentos opositores a Morales. La continuidad de otras tres piezas de este grupo está en duda: el prefecto de La Paz, José Luis Paredes; el de Pando, Leopoldo Fernández; y el de Cochabamba, Manfred Reyes Villa. Tampoco está definida la situación de los prefectos de Potosí y Oruro, del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).

Al partido de derecha Poder Democrático Social (Podemos) lo dejaron a horas del referéndum el diputado Walter Arrázola y los constituyentes Javier Limpias y Manfredo Bravo. “Tuto Quiroga me ha decepcionado por su falta de patriotismo y por haber demostrado que no es un gran estadista. Podemos ha perdido un seguidor”, dijo Arrázola. El creador del partido y ex vicepresidente del ex dictador Hugo Banzer es criticado dentro de la oposición por instruir la aprobación de la ley de la consulta, que pone en la boca del lobo a los prefectos aliados contra el MAS.

Podemos, que controla el Senado, sorprendió a Bolivia hace tres meses cuando aprobó –sin cambiar una coma– una ley de referéndum elaborada por el MAS y destinada a perjudicar a los prefectos de la Media Luna. El porcentaje para revocar una autoridad tenía que igualar o superar a los votos de las elecciones de 2005. De esta manera, los prefectos estaban obligados a cosechar hasta un 60 por ciento de Sí para mantenerse en sus sillas, lo que era imposible porque ninguno había asumido con más del 50 por ciento. Esta regla de juego que tanto afligía a la oposición había tenido a la consulta en suspenso hasta la semana pasada, cuando la Corte Nacional Electoral (CNE) hizo una “modificación técnica” a dos artículos de la ley. Según estos cambios, la autoridad será revocada o ratificada con el 50 por ciento más uno.

Cuál será el paisaje político después del domingo todavía es una intriga. Los comités cívicos advirtieron que la consulta sólo traerá más división. Puede ser una teoría lúcida si se considera que en La Paz el presidente tendría un 77 por ciento de apoyo. En el otro extremo está Santa Cruz, donde el rechazo a Evo es del 70 por ciento.

El colmo del fervor autonomista tuvo que escucharse en la plaza 24 de Septiembre, de la ciudad de Santa Cruz, donde su alcalde, Percy Fernández, dijo al canal PAT: “Pido a las fuerzas armadas tumbar al presidente de la República”. Allí los cívicos realizan su huelga de hambre para que el gobierno restituya a las prefecturas el 30 por ciento que les quitó del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Con este dinero, Morales creó la Renta Dignidad, un bono para los ancianos.

Varias organizaciones sociales aliadas a Morales adelantaron que el lunes le pedirán que renueve parte del gabinete. “Hay ministros que no coordinan, no tienen una relación de afinidad y eso lo debe entender el presidente. Creemos que después del 10 de agosto debe existir una reestructuración. Los indígenas podemos conducir este gobierno”, dijo el tacana Adolfo Chávez, presidente de la Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob). Contó a PáginaI12 que, tras el revocatorio, impulsarán la aprobación de la nueva Constitución, que recoge gran parte de las demandas de los pueblos indígenas. Dijo: “A la autonomía indígena no la vamos a negociar. Vamos a marchar por la aprobación de una ley de referéndum para poner en vigencia la nueva Constitución. De otra forma no nos van a respetar. La autonomía departamental no se va a imponer. Será la autonomía indígena en igualdad con los otros tres tipos de autonomía, según la nueva Constitución”.

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