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El mundo|Domingo, 10 de agosto de 2008
HOY SE VOTA EN TODO EL PAIS PARA RATIFICAR LOS MANDATOS DEL PRESIDENTE BOLIVIANO Y LOS PREFECTOS

Morales pidió la “reconciliación del pueblo”

Después de una semana cargada de disturbios, ayer Bolivia amaneció tranquila. El presidente, cautivo en el occidente, habló en La Paz y, como ocurre habitualmente con los vencedores, llamó al diálogo a la oposición.

Por Sebastián Ochoa
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El perfil de Evo Morales parece agigantarse por su buena imagen en las encuestas.

Desde Santa Cruz

Hoy se define “la continuidad del proceso de cambio liderizado por el presidente Evo Morales Ayma”, según la pregunta de las papeletas. Abajo están el Sí pintado de verde y el No de rojo, para guiar a los que no leen mucho castellano. En los últimos días, militantes de algún Sí y algún No fueron hasta los pueblos más lejanos para instruir: “En la primera pregunta rojo y en la segunda verde”, o viceversa. El ambiente nacional violento y nervioso está en pausa hasta que cierren las urnas. De momento, el país se puso de acuerdo en una cosa: por las escuelas pasarán autoridades sonrientes y con dientes apretados, cívicos en ayuno, masistas, autonomistas, pobres de toda clase. El presidente Evo Morales está cautivo en la parte andina de Bolivia porque las tomas de aeropuertos en departamentos de la Media Luna (Beni, Pando, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca) le impiden llegar a esas poblaciones. Desde La Paz dijo: “Ese voto nos obligará a un reencuentro de las autoridades, a una reconciliación del pueblo boliviano. Por eso la participación de todos y de todas es importante”. Según las encuestas, “el proceso de cambio” tiene el 59 por ciento de apoyo. El prefecto cruceño, Rubén Costas, no ocultó su preferencia por una dictadura militar: “No creo que nuestro ejército nacional se someta a la servidumbre de un totalitarismo”, arengó desde la plaza 24 de Septiembre, donde 300 autonomistas hacen huelga de hambre contra Morales.

A veces ni siquiera eso, porque van a desconocerlos si no les agradan. Así lo advirtió otra vez el prefecto cochabambino, Manfred Reyes Villa, quien –como Morales– siguió de campaña cuando rige el Auto de Buen Gobierno: “Tengo la seguridad de que la gente va a reconocer mis obras y voy a ser ratificado, si acaso no se consuma el gran fraude por parte del MAS. Pero eso sí, pase lo que pase, no voy a renunciar y voy a seguir al frente de la prefectura hasta concluir el mandato. Nadie me va sacar ni voy abandonar la lucha legal y legítima”, dijo el capitán. El viernes había dicho a EFE que dejaría la prefectura para candidatearse a presidente.

Quienes no alcanzarían el 50 por ciento de Sí son los prefectos de Cochabamba; La Paz, José Luis Paredes, y Pando, Leopoldo Fernández. No se sabe si van a llegar los prefectos de Oruro, Alberto Aguilar, y de Potosí, Mario Virreira, del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). Se sienten seguros el de Tarija, Mario Cossío, que tendría el 57 por ciento de aprobación; el de Beni, Ernesto Suárez, con el 63 por ciento de Sí, y Costas, con el 74 por ciento de intención de voto. En este departamento, donde “masista” se convirtió en mala palabra, el rechazo al presidente llega al 70 por ciento.

El 27 por ciento de aprobación que sacaría Morales en Santa Cruz se encuentra mayormente en el barrio Plan 3000, uno de los más pobres de la ciudad. Allí, el 85 por ciento de sus 120 mil electores dirán Sí al aymara, calculan los vecinos. Tanto apoyo tiene Morales que tienen miedo de recibir la visita de la temeraria Unión Juvenil Cruceñista (UJC) y que les roben sus urnas repletas de Sí. La ratificación “no es tanto por Evo sino por el cambio”, dijo a PáginaI12 José Chávez en la rotonda del barrio, “el corazón del Plan”, le dicen. “Aquí nos juntamos el 4 de mayo a quemar urnas. Fue pura reacción de los vecinos. Si lo hubiéramos planificado nos habríamos matado”, comentó Chávez.

“Soy una mujer bien luchadora”, se define Graciela Tapia, de la Casa del Pueblo. “Estos resentiditos quieren seguir teniendo la mamadera, no admiten que han fracasado. Se dicen muchos pero son poquitos. En sus marchas son puros patrones y sus empleados. Si no acompañan a los jefes, los botan. Pero el corazón está con el gobierno”, sostuvo.

Para hoy hay cuatro millones de bolivianos inscriptos. El jefe del partido de derecha Poder Democrático Social (Podemos), Jorge Quiroga, salió ayer del ostracismo que había elegido tras las críticas que recibió Podemos por aprobar la ley de un referéndum que amenaza quebrar la Media Luna y fortalecer al gobierno de Morales. “La votación de mañana (por hoy) es vital para determinar si el MAS logra o no imponer una Constitución que nos hunda por los próximos 25 años. Es de vida o muerte ir a votar y yo pido que lo hagan”, manifestó.

La sugerencia de Costas para que las FF.AA. derroquen al presidente sigue al pedido del alcalde cruceño, Percy Fernández, de “tumbar” al actual gobierno. El diputado masista Gustavo Torrico lo consideró “un tipo que está al borde de la locura por el excesivo consumo de alcohol y drogas. No puede tener raciocinio sobre la realidad política de Bolivia”.

Morales dijo ayer que “el voto de usted, ciudadano, ciudadana, no es solamente para elegir cada cinco años a su presidente, vicepresidente, parlamentario, concejal o alcalde. El voto del pueblo también sirve para definir políticas económicas. Ahora el voto del pueblo será también para revocar si esa autoridad no está prestando un servicio al pueblo. Siento que el presidente y los prefectos nos sometemos a un examen ante el pueblo boliviano”.

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