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El mundo|Jueves, 25 de septiembre de 2008
El republicano suspendió sus actos de campaña aduciendo que lo primero es solucionar la crisis

McCain quiere bajarse del debate con Obama

Desde las filas demócratas pidieron que se mantenga el duelo de mañana, justamente porque “ahora más que nunca” es importante que los estadounidenses escuchen a los candidatos. Según un sondeo, Obama está nueve puntos arriba.

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El senador manifestó su deseo de sentarse en su banca y participar en la aprobación del plan para salvar la economía.

John McCain hizo una pausa y tiró el pase, pero nadie lo recibió. El candidato republicano a la Casa Blanca anunció la suspensión temporal de su campaña para volver a Washington y contribuir a alcanzar un acuerdo en el plan de salvataje de la crisis financiera. También pidió que se aplace el primer debate televisivo con su rival, Barack Obama, previsto para mañana. Pero desde las filas demócratas rechazaron la petición, aludiendo que en este momento es más importante que nunca que los estadounidenses escuchen a los candidatos. Horas antes del anuncio del senador por Arizona se había conocido una encuesta que lo ubica nueve puntos abajo de su contrincante en la intención de voto.

“Mañana por la mañana (por hoy), voy a suspender mi campaña y regresar a Washington. Hablé con el senador Obama, le informé de mi decisión y lo invité a que se me una”, adelantó McCain en una conferencia de prensa. El senador manifestó su deseo de sentarse en su banca y participar en la aprobación del plan para salvar la economía que durante estos días se trata en el Congreso. El proyecto, promovido por el Ejecutivo, consiste en un paquete de rescate financiero de 700 mil millones de dólares con el que el Estado podría adquirir los activos “tóxicos” en manos de la banca.

Más tarde reconoció que la iniciativa del gobierno no logrará ser aprobada si no se la modifica. “Está claro que no se llegó a ningún consenso para apoyar la propuesta de la administración. No creo que el plan que está sobre la mesa vaya a ser aprobado tal como está ahora, y nos estamos quedando sin tiempo”, sostuvo en un comunicado. Y advirtió que si la ley no se aprueba se agotará el crédito, la gente no será más capaz de comprar casas, los ahorros correrán peligro y los negocios y comercios serán inviables.

Según informó en el texto, McCain le pidió al presidente Bush que convoque a una reunión con los líderes del Congreso, incluyendo a Obama y a él mismo. “Debemos reunirnos como estadounidenses, no como demócratas o republicanos, y debemos reunirnos hasta que se resuelva la crisis. Le di instrucciones a mi equipo de campaña para que trabaje junto al de Obama y a la Comisión de Debates presidenciales para que pospongan el debate del viernes a la noche hasta que direccionemos la crisis”, declaró, según informó el diario The Wa-shington Post.

Pero los demócratas no compartieron su propuesta. Si bien desde el equipo de Obama revelaron que por la mañana los dos candidatos se comunicaron para empezar a delinear los principios que debería tener el plan de salvataje, decidieron no postergar el debate. “Es en este momento cuando los estadounidenses necesitan oír a la persona que, dentro de unos 40 días, será responsable de lidiar con este desastre”, respondió Obama en una conferencia de prensa.

La primera negativa al pedido de McCain había llegado más temprano, de la boca de los organizadores del evento. Desde la Universidad de Mississippi, donde mañana los candidatos se enfrentarán ante las cámaras, indicaron que procederían tal como estaba previsto. El tema central del primero de los tres debates es la política exterior, aunque los asesores de ambos bandos señalaron que la crisis económica saldría a relucir.

Es que la situación de la economía local es lo que más preocupa a los votantes. Si bien el asunto ya aparecía como el tema prioritario de los estadounidenses, una encuesta publicada ayer por The Wa-shington Post confirmó que la marcha de la economía reforzó su protagonismo: un 50 por ciento dice que es el tema que más le preocupa, frente al 37 por ciento de hace dos semanas. Y la mayoría –un 53 por ciento– dice confiar más en Obama para lidiar con la peor crisis de los últimos 80 años.

Esa confianza es la que, según el sondeo, le permitió al candidato demócrata recuperar la ligera ventaja que McCain le había arrebatado tras la Convención republicana. Los números ahora lo favorecen con un 52 por ciento, contra el 43 por ciento del republicano. Hace dos semanas la intención de voto le era adversa, con un 47 por ciento a su favor y un 49 en favor del senador por Arizona. Sin embargo, hasta ayer la diferencia con la que contaba McCain estaba dentro del margen de error, lo que hacía que ambos candidatos estuvieran técnicamente empatados.

La encuesta muestra otro importante cambio de opinión en favor de Obama. Ahora el 49 por ciento de los posibles votantes opina que Obama tiene mejores ideas para el manejo de la guerra en Irak, lo que representa un aumento de 8 puntos desde comienzos de septiembre.

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