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Colombia se quedó con la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP). Ayer por la mañana, la 64ª Asamblea General eligió en Madrid a Enrique Santos Calderón, el codirector del diario más poderoso de Bogotá, El Tiempo, y primo del vicepresidente y el ministro de Defensa de Alvaro Uribe. En la ceremonia participaron el rey Juan Carlos y el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y se condenó la creciente violencia contra los periodistas en México, Bolivia, Ecuador, Venezuela y Guatemala. Colombia, en cambio, quedó en segundo plano. “La violencia directa contra periodistas ha descendido, pero han aumentado las amenazas, la intimidación y la autocensura”, señaló Santos.
El nuevo presidente de la SIP pertenece al emporio periodístico más importante de Colombia. Su familia, además de tener la mayoría accionaria de El Tiempo, tiene el 48 por ciento de la revista Cambio y dirige su principal rival, Semana. Junto con la familia del ex presidente Pastrana y de los dueños del canal RCN –una de las más importantes del país– poseen la empresa más importante de televisión por cable.
A pesar del optimismo que mostró ayer sobre la situación de los periodistas en su país, el elegido Santos denunció en los últimos años la impunidad y los ataques a sus colegas. Desde que Uribe asumió en el año 2002, 37 periodistas fueron asesinados en el país, según un informe de la ONG Justicia para Colombia. Ayer, Santos, el primo del vicepresidente y del ultraconservador ministro de Defensa, destacó que este año el saldo de periodistas asesinados fue cero.
Según un informe entregado recientemente ante la SIP por un grupo de periodistas colombianos, el poder –gobierno, guerrillas y paramilitares– cambió su forma de atentar contra la prensa. Ya no asesina, ahora amenaza hasta que se bajan del país. La Fundación para la Libertad de Prensa reportó 20 exilios de periodistas el año pasado y las organizaciones de derechos humanos colombianas advierten que este año el número será mayor.
La otra técnica a la que hecha mano el gobierno es amedrentarlos con largos procesos en la Justicia. En los últimos meses, el presidente Uribe le pidió a la Fiscalía Nacional procesar al director del semanario comunista La Voz, Carlos Lozano, y al corresponsal de Telesur en Bogotá, William Parra, por presuntos vínculos con las FARC.
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