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El mundo|Sábado, 1 de noviembre de 2008
Fue con una agenda centrada en la economía

Visita relámpago de Lula a Cuba

Por Mauricio Vicent *

Amigos son los amigos. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quiere convertirse en el mejor amigo de la revolución de los hermanos Fidel y Raúl Castro. El jueves, en un claro gesto político de apoyo a Cuba en estos momentos difíciles, Lula se escapó de la cumbre iberoamericana de El Salvador para visitar La Habana, donde nada más llegar se entrevistó con Raúl Castro y ayer conversó durante dos horas con Fidel Castro. La última vez que se habían visto fue en enero pasado. En aquella visita los dos gobiernos firmaron diez acuerdos de cooperación económica.

La visita del presidente brasileño, que terminó ayer, está cargada de contenido económico y su propósito es reforzar la cooperación bilateral en todos los terrenos. El mandatario brasileño apadrinó la firma de un acuerdo para incorporar la empresa Petrobras a la exploración petrolera en aguas cubanas del golfo de México y, además, consiguió que su par cubano confirmara su participación en la cumbre latinoamericana que se realizará en Brasil en diciembre próximo. Hoy Lula tiene previsto asistir a la inauguración de la sede de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de Brasil en La Habana.

Con 450 millones de dólares de intercambio entre los dos países en 2007, Brasil es ya el segundo socio comercial de Cuba en Latinoamérica, después de la Venezuela de Hugo Chávez. Pero, según dijo recientemente el canciller brasileño, Celso Amorim, el objetivo es que el país sudamericano se convierta en su primer socio económico “en este nuevo momento de Cuba”, en el que Raúl Castro dirige el gobierno tras la enfermedad de Fidel.

La apuesta de Lula es económica, pero a la vez política: él mismo ha sido el principal promotor de las inversiones brasileñas en Cuba y ha apoyado el acuerdo que el jueves firmaron Petrobras y Cupet (Cuba Petróleo). Petrobras ya buscó petróleo en la isla hace una década, pero abandonó después de invertir unos 20 millones de dólares en tareas de exploración. En medio de la crisis actual –agravada por el paso reciente de los huracanes que devastaron la isla–, más que nunca este sector es estratégico para La Habana. Por eso, que la compañía brasileña decida seguir los pasos de otras siete empresas petroleras extranjeras –entre ellas, la española Repsol–, que tienen acuerdos de exploración en la zona exclusiva de Cuba en el golfo de México, se considera un espaldarazo importante. Consecuencia del empeño de un viejo amigo.

* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.

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