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El mundo|Lunes, 30 de marzo de 2009
Investigadores británicos y canadienses descubrieron un espionaje cibernético a 103 países

Vinculan a China con red de hackers

El gobierno de Beijing está bajo sospecha de operar la infiltración de las computadoras de gobiernos y empresas. Los mayores esfuerzos, según los investigadores, estuvieron dirigidos a espiar las comunicaciones del Dalai Lama.

Por Andrew Buncombe *
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Al parecer, fueron infiltradas las computadoras de las oficinas del Dalai Lama.

Desde Nueva Delhi

El gobierno chino se encuentra bajo presión debido a las acusaciones que lo señalan como posible operador de una de las mayores redes de espionaje cibernético de la historia, a través de la cual se habrían infiltrado los archivos secretos de más de 103 países y, especialmente, todas las comunicaciones del Dalai Lama.

La existencia de la llamada GhostNet Network, que habría estado relevando información tanto de gobiernos como de empresas privadas, fue develada en el transcurso del fin de semana por investigadores británicos y canadienses. En cuanto a la implicación directa del gobierno chino, algunos de ellos sostienen que hasta el momento no existen pruebas concluyentes que permitan afirmar tal vínculo, mientras que otros no dudan en acusar directamente a las autoridades de Beijing.

Los expertos señalan que la amplitud y funciones de la red eran incomparables. Los primeros resultados determinaron que el sistema de espionaje infiltró computadores en Europa y en todo el sur de Asia, llegando a utilizar software tan sofisticado como para permitirle no solamente penetrar en las computadoras ajenas, sino también activar las funciones de grabación de audio y de cámara digital, permitiéndole así al operador espía escuchar y ver todo.

Se calcula que las computadoras infectadas son unas 1300. Entre ellas se cuentan las de los ministerios de Relaciones Exteriores de Irán, Bangladesh, Lituania, Indonesia, Filipinas, Brunei, Barbados y Bután. Además, se detectaron ingresos ilegales en los sistemas de embajadas de la India, Corea del Sur, Rumania, Tailandia, Taiwán y Pakistán.

Pero los mayores esfuerzos, según los investigadores, estaban destinados a infiltrar las computadoras de las oficinas del Dalai Lama y del gobierno tibetano en el exilio, con sede en la ciudad india de Dharamsala.

Todo comenzó cuando miembros del entorno del líder espiritual tibetano contactaron a los investigadores para que revisasen sus computadoras en busca de posibles virus, ya que albergaban algunas sospechas.

Sin embargo, al momento de revisarlas la sorpresa fue mucho mayor: se encontraron con una red de espionaje internacional en pleno funcionamiento.

“Las pruebas indican que los sistemas tibetanos fueron hackeados por distintos tipos de software, extrayendo documentos clasificados y mucha información confidencial”, precisó Greg Walton, miembro del equipo de investigadores de la Universidad de Toronto.

El equipo de expertos canadienses contó que, en un caso en particular, la oficina del Dalai Lama había cursado una invitación a un diplomático occidental para coordinar una visita. Inmediatamente después, el gobierno chino contactó al diplomático e intentó persuadirlo para que rechazara la invitación.

Militantes de distintos grupos tibetanos dijeron que las revelaciones no los sorprendían en absoluto. “Estoy seguro de que también nos están espiando a nosotros. Nos llenan las casillas de mail de spam y toda clase de correos basura”, señaló Tsewang Rigzin, presidente del Congreso Tibetano de la Juventud en Dharamsala.

Matt Whitticase, de la organización con sede en Londres Liberen al Tibet, remarcó a su vez que el número de e-mails recibidos que contenían toda clase de softwares espías habían aumentando mucho en momentos de roces diplomáticos de su gobierno con China durante los meses previos a los Juegos Olímpicos. “No me llama la atención para nada. El gobierno chino monitorea a cualquier grupo que considere siquiera como una mínima amenaza a sus intereses. Y el gobierno tibetano en el exilio definitivamente constituye una de ellas”, concluyó.

El equipo de Toronto afirmó en su informe oficial que no podía probarse la participación directa del gobierno chino en todo el asunto, pero algunos de los miembros del equipo publicaron un informe paralelo donde afirman que no tienen duda alguna en cuanto a la vinculación.

Ross Anderson, de la Universidad de Cambridge, y Shishir Nagaraja, de la de Illinois, explicaron que los servidores utilizados por el Dalai Lama son provistos por una compañía con sede en California, y que, revisando las entradas en los servidores de e-mails de ésta, descubrieron diferentes ingresos no autorizados con direcciones de IP pertenecientes a compañías con sede en Honk Kong y China continental.

“Agentes del gobierno chino comprometieron el funcionamiento del sistema informático del gobierno del Dalai Lama. En el Tíbet, pueden haber muerto personas a causa de esto. Las fallas han sido solucionadas, pero la magnitud de sus implicancias aún es desconocida”, sostuvieron Anderson y Nagaraja.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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