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El mundo|Domingo, 23 de agosto de 2009
LULA Y EVO MORALES TAMBIEN HABLARON DE BASES MILITARES, COMERCIO DE TEXTILES Y LA PROXIMA REUNION DE UNASUR

Cumbre en el trópico para hablar del gas

El gas fue el tema más espinoso. Brasil prevé reducir el volumen diario que compra y Bolivia reclama por cuentas impagas desde hace años. Luego de la reunión, los presidentes discursearon ante miles de campesinos en El Chapare.

Por Sebastián Ochoa
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Evo Morales le muestra una hoja de coca a Lula durante la cumbre de Villa Tunari.

Desde Santa Cruz

El Chapare es una de las regiones donde el presidente Evo Morales se siente más cómodo. Queda en el trópico de Cochabamba, entre montañas verdes y cultivos de todo tipo. Allí llevó al presidente de Brasil, Luiz Inácio da Silva, para conversar sobre militares estadounidenses, comercio de textiles, gas y de la próxima reunión de la Unión de Naciones de Sudamérica (Unasur) en la ciudad de Bariloche. También acordaron que Brasil prestará 332 millones de dólares para la construcción de 306 kilómetros de ruta entre Villa Tunari –donde se juntaron los presidentes– y San Ignacio de Moxos, en el departamento de Beni.

Luego de la reunión, los presidentes discursearon ante miles de campesinos. No hablaron en público del gas, el tema más espinoso. Brasil prevé reducir el volumen diario que compra y Bolivia reclama por cuentas impagas desde hace años.

“Los pueblos que toda la vida lucharon por su liberación, como Bolivia y Brasil, ahora pueden elegir presidentes que tengan un compromiso para luchar contra la pobreza, la exclusión y la discriminación que sufrían a manos de los poderosos. Cuando veo a Evo y al pueblo boliviano me parece que veo a Nelson Mandela y al pueblo sudafricano que lucharon igualmente por la igualdad, la unidad y contra la discriminación”, acotó el brasileño.

En 2007, los gobiernos de Bolivia, Brasil y Chile acordaron construir la carretera Bioceánica, que uniría al puerto de Santos, en Brasil, con el de Iquique, en Chile. Uno de sus tramos estaría entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos. Costaría 412 millones de dólares, de los cuales Brasil financiará 332 millones. El Estado boliviano sumará los 80 millones restantes. Debería estar lista dentro de 40 meses. Eso depende, en parte, del debate que este tema generó en el Congreso. Según legisladores de la oposición, habría un sobreprecio de 100 millones dólares en la adjudicación de la obra a la empresa brasileña OAS.

“Estamos celebrando un acuerdo que acortará las distancias. Lo que hoy se hace en 12 horas, se hará en cuatro cuando la carretera esté lista. Es una ganancia extraordinaria”, dijo Da Silva.

A su turno, Morales se refirió a las bases militares de Estados Unidos en Colombia y a su presidente, Alvaro Uribe. “¿Cómo es posible que algunos presidentes, hermanas y hermanos, permitan a militares norteamericanos venir a Sudamérica? Presidente o gobierno que permita militares uniformados armados en su país son traidores de sus pueblos” dijo.

Y explicitó que EE.UU. está detrás del golpe de Estado en Honduras. “Esas bases militares de EE.UU. en Honduras son las responsables de este golpe de Estado. Los cursos de comando que los EE.UU. hacen cada año en algunos países a la cabeza del Comando Sur también lo son”, aseguró.

El Chapare era una de las zonas de acción de la DEA, agencia antidrogas de EE.UU. Allí Morales se inició como sindicalista, al frente de los productores de hoja de coca. El presidente recordó que los estadounidenses “llegaron a mandar hasta a los jefes de las Fuerzas Armadas y la policía. Hemos sido víctimas de la represión de Norteamérica en esta región”.

Morales comentó al presidente brasileño que “donde usted llegó (Chimoré), a esa pista sólo entraban avionetas privadas o del Estado con permiso de la embajada de EE.UU. Y si no había permiso no tenía derecho a aterrizar”. El año pasado, el gobierno boliviano expulsó a la DEA porque habría apoyado los opositores en la organización de un golpe de Estado. En respuesta, EE.UU. quitó a Bolivia del Atpdea, un programa para que el país sudamericano introdujera sus mercaderías en EE.UU. con preferencias arancelarias, siempre y cuando colaborara con la “lucha antidrogas”. Para las presidencias de George W. Bush y Barack Obama, Morales no coopera.

En este sentido, Da Silva anunció que “Brasil va comprar los textiles bolivianos con arancel cero. Se aprobó un decreto para la importación de 21 millones de dólares, que representan las preferencias perdidas con EE.UU. Bolivia tiene productos de calidad. Lo que Bolivia está queriendo no es un privilegio, sino una oportunidad para mostrar la capacidad de su pueblo”. También firmaron un acuerdo para detener el narcotráfico en su frontera.

Ambos mandatarios esperan discutir las relaciones entre EE.UU. y América latina en la próxima cumbre de presidentes de Unasur, que se realizará en Argentina. Da Silva ya invitó al presidente Obama, cuya iniciativa de abrir bases militares en Colombia comenzó el debate.

Da Silva y Morales difundieron un acuerdo para estudiar las riquezas minerales del salar de Uyuni en Potosí, donde se encontraría la reserva de litio más grande del mundo. El texto prevé que Brasil daría a Bolivia la tecnología necesaria para explotar este metal usado en baterías eléctricas de autos. En Uyuni habría 140 millones de toneladas de litio. Pero según el Servicio Geológico de Estados Unidos, las toneladas certificadas serían sólo 5,5 millones.

Los presidentes no dijeron qué resolvieron sobre el gas. Brasil pediría modificar el contrato con Bolivia para reducir el volumen que compra cada día de 31 millones de metros cúbicos a 24 millones. El presidente boliviano, por su parte, iba a reclamar 300 millones de dólares que Brasil debe a Bolivia desde 2007 en concepto de compuestos para la elaboración de gasolina y diésel.

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